Ramos, central de época

A este ritmo a Ramos no le va a quedar espacio en el cuerpo para tatuarse los trofeos que ha conseguido en su carrera deportiva. La Décima será, con todos los honores, la Champions de Sergio Ramos. Desde principio de la temporada se le puso entre ceja y ceja esta competición y no ha parado hasta conseguirlo. Sus goles en Múnich ante el deslenguado Neuer y el de anoche forman ya parte de la historia del club con más Copas de Europa. El legado de los grandes centrales que han sido leyenda en el Madrid descansa tranquilo en él. Ramos fue capaz de tirar del equipo para seguir con la máxima que marca la historia de este escudo: “No hay que rendirse hasta el final. Su gol, de paso, sirvió para salir al rescate de su amigo Iker. Que no tuvo su mejor noche.

Ramos y Casillas han pasado momentos complicados en el Madrid porque han visto como cuatro irresponsables ponían en entredicho su madridismo. Por eso el central quiso abrazarse al capitán, para hacerle participe de un triunfo por el que llevan dejándose la vida un porrón de años. El andaluz ha sido el pegamento con el que se han tapado la grietas del vestuario en los momentos difíciles de la temporada. En su tesón y esfuerzo ha encontrado la mejor de las recompensas: ser actor principal en la película más apasionante protagonizada por dos clubes españoles en Europa.