Webb: un árbitro ideal para partidos grandes
Howard Webb volverá a dirigir un partido de semifinales entre Bayern y Madrid. Al inglés ya le tocó en suerte la ida de semifinales entre estos dos gigantes en 2012. En aquella ocasión se jugó en Alemania y tuvo una buena actuación en líneas generales. Quizá pudo anular el primer gol del Bayern por fuera de juego posicional, ya que Luiz Gustavo obstaculizaba la visión de Casillas. Además de aquel partido a los blancos les ha pitado en cinco ocasiones (tres victorias y dos empates) y a los teutones, otras cinco (ganó una vez, empató dos y cayó dos veces).
Con su experiencia (tiene la final del Mundial y de la Champions de 2010), es una elección correcta para este tipo de partidos. De hecho era de mis favoritos para dirigir la final de Lisboa, pero el hecho de pitar esta semifinal le quita muchas opciones. También viene de pitar un Atlético-Barça con maestría. Su único lunar fue no señalar el penalti de Mascherano sobre Villa, pero esta acción no varió el resultado final. Es un colegiado adaptado a los partidos de alta tensión. Como buen inglés (la Reina le nombró miembro de la Orden del Imperio Británico) deja jugar y permite bastante contacto, pero no tolera la mala intención o los malos modales. Lo mejor que tiene es que nunca se le ha escapado de las manos ningún partido. Antes de que esto le suceda, da un concierto de silbato y tira de tarjetas.
En su debe, fallos puntuales en algunos partidos. Todo el mundo recuerda la patada de De Jong a Xabi Alonso en la final del Mundial 2010. “Debí expulsarle”, reconoció una semana después. Su peor arbitraje fue un Newcastle-Sunderland en abril de 2012. Por sus errores la Asociación de Árbitros Inglesa le mandó a pitar un partido de la League One (equivalente a Segunda B).