A Djukic se le agotan los aliados
A Djukic se le agotan los aliados. Pero tiene al más importante de todos: Amadeo Salvo. El presidente se mantiene firme en su discurso y lo argumenta diciendo que todo cambio necesita tiempo, y el Valencia va camino de rememorar una frase que en su etapa por Mestalla acuñó Jorge Valdano: "Aquí no van a quedar ni los percheros". Pero el argentino la dijo con un verano por delante y 14 futbolistas fueron traspasados.
Pero ahora los cambios, salvo el de Rami, son de despacho y no tienen incidencia en el equipo. A los jugadores que se despida a Braulio les puede saber mal en lo personal pero se las trae al pairo en lo profesional. No hay reacción por acción. Y donde menos aliados tiene Djukic es precisamente en el vestuario. No le están haciendo la cama, pero tampoco creen en él. O sólo unos pocos están con él. Pero en el campo el Valencia no transmite indolencia sino incapacidad para sacar su mejor versión. No es un equipo hecho para ladrar sino para juguetear como un gato y su situación no es precisamente un ovillo de lana. Y sin aliados, difícil que todos remen a una. Menos aún si entra agua y el que manda no sabe dónde hay un cubo.