Nadal-Djokovic, el Masters tendrá la final más lógica y deseada

Los indiscutibles dos mejores tenistas del 2013 se medirán mañana en el O2 Arena a las 21:00 horas. Nadal se impuso a Federer (7-5 y 6-3) por primera vez en una pista cubierta (22-10) y buscará su primer título de maestros en su segunda final. El rival será Djokovic, que acabó con el sueño de Wawrinka (doble 6-3).


Acostumbro a decir que el tenis no entiende de milagros. Un partido de fútbol se puede decidir por una jugada desafortunada, uno de tenis no. Se decanta siempre por una combinación de aciertos y errores propios y ajenos. Él más consistente, el más seguro, el más determinado... suele ser el más sonriente a la hora de ir a la silla a recoger el raquetero. Y hace ya más de dos años que los tenistas más confiados en su tenis son Nadal y Djokovic. Por cierto, que también son los que tienen una mayor capacidad física.

Con el nº1 ya asegurado hasta 2014, el español ha protagonizado una campaña galáctica. Tanto que parece muy lejano el prolongado tiempo en el que estuvo en el dique seco. Dichosa tendinitis. En lo que va de año ha sumado 10 títulos individuales, incluidos dos grandes (ya suma 13) y cinco Masters 1000 (26 en total): US Open, Cincinnati, Canadá, Roland Garros, Roma, Madrid, Barcelona, Indian Wells, Acapulco y Sao Paulo. Hasta su debut en el presente ATP Finals luce un balance de 71 triunfos por 6 derrotas.

Djokovic fue mucho más irregular. Arrancó con autoridad en Australia, dio una sonora campanada en Montecarlo, un leve traspiés en Wimbledon y ha firmado un gran final de año tras su derrota en la final del US Open. Nole llega a la final del Masters con 21 victorias consecutivas. Un balance de 6 títulos (París-Bercy, Shanghai, Pekín, Montecarlo, Dubai y Australia) y 67 triunfos por 9 derrotas dan al menos para un notable alto. Eso sí, a buen seguro que no ha olvidado las dos finales malogradas en el All England Club y Flushing Meadows respectivamente.

En lo que va de temporada ambos se han visto las caras cinco veces (3-2). El de Belgrado se impuso en Mónaco y Pekín; el de Manacor en París, Montreal y Nueva York. El global de enfrentamientos señala un apasionante 22-16 para el español y sobre pista cubierta la cosa marcha 2-2. Mañana el nuevo clásico del tenis mundial estará cargado de tensión, potencia, y precisión. Argumentos que lo convierten en una nueva cita ineludible para los amantes del deporte con mayúsculas. Esperemos que para ese momento Verdasco y Marrero ya sean maestros frente a los Bryan.