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Nuestro hombre en Las Salesas

Cuando era jugador, extremo izquierdo con clase en los  ochenta, muchos le acusaron de no darlo todo, de conformarse con dejar un par de detalles por partido. Incluso de miedoso, de arrugarse ante los laterales de taco largo. No se. Ya no me acuerdo de si el Higuera jugador era así o solo era el fruto de la mala baba de los envidiosos que nunca le perdonaron ser, además de futbolista, rico y listo. Me da igual, concedo que en el campo no era una estrella. Ahora bien, afirmo que el Higuera abogado y racinguista sí es un crack. En la pelea por evitar la desaparición del Racing lo está dando todo, no se está conformando con un par de detalles, sino que ha levantado un caso (sino dos) solido, trabajado, que ha convencido a la fiscalía y tiene a los malos contra las cuerdas.

Si esto sale bien, si el Racing se salva de la desaparición a la que le están llevando los Pernía, Harry, Berdejo, y su troupe, hay varios nombres que merecerán estar esculpidos en marmol en la historia verdiblanca. Gente como Quique Setién, que mientras lleva al Lugo al mejor momento de su historia, no para de moverse para que el club que lleva en el corazón siga vivo. Gente como Bernardo Colsa, al que amenazan, acusan de hacer política y que sin embargo está sacrificando su vida laboral liderando, sin amedrentarse, la rebelión popular del racinguismo. Gente como Higuera, al que acusan de protagonismo y que, sin cobrar un euro, no para de trabajar en el frente legal. El único viable. Gracias, Quique. Gracias, Bernardo. Gracias, Manolo. ¡RACINGUISTAS!