Mateu Lahoz, Diego Costa y Cristiano

Tres nombres para un derbi: Cristiano, Diego Costa y Mateu Lahoz. Empiezo por el final: árbitro y discutido, a Mateu Lahoz le ha calentado la noche Muñiz con su chaladura en Elche. Para los atléticos, la predilección de los árbitros por el madridismo es dogma y cada vez que pasa una cosa de estas (y la de Elche fue de las que no entran ni una por decenio) sienten reafirmada su convicción. Mateu, el hombre que deja jugar y pegar, le viene bien al estilo áspero del Atlético del Cholo. Era el árbitro favorito de Mourinho, al que también le gustaba rascar. Necesita suerte. La necesita él, la necesita nuestro fútbol.

Sigo por Diego Costa, el fenomenal delantero que está en un momento bárbaro, con siete goles, y ocupa el centro de la escena. Brasil no le llama, Del Bosque acaricia la idea de apropiárselo. Villa, Negredo, Torres, Soldado, Llorente... Por unas u otras razones, no terminan de convencerle. Diego Costa no nació español, como tampoco Kubala, Di Stéfano... o Senna, para no irme tan lejos. Y luego está su estilo, tan pendenciero, que choca con ese aire espiritual del fútbol de La Roja, que parece ganar los partidos no a empujones, sino razonando. Pero La Roja está llamada a cambiar a medio plazo...

Y Cristiano, la gran amenaza del Atlético. El equipo rojiblanco está mejor en fuerza, juego y convicción, el Madrid es un despeluche hasta ahora, pero tiene a Cristiano, el Superhombre. En los últimos cinco partidos, e incluyo el de Portugal, ha marcado once goles. El último es muy objetable, los diez anteriores no. Hubo tiempo en que se dijo de un Athletic venido a menos que eran "Iríbar y diez más". Eso es ahora el Madrid, mientras Ancelotti da con la tecla: Cristiano y diez más. Cristiano es terrible y en 9 partidos le ha hecho 9 goles al Atlético, así que el Madrid sale ganando 1-0. Y no por el árbitro.