Arranca la Champions, la vieja Copa de Europa. Invento francés, como los Juegos Olímpicos y el Tour de Francia. Gran invento. Han pasado más de cincuenta años y los futbolistas sólo sienten que tienen verdadero carnet de futbolista si juegan la Champions. Hoy arranca una nueva edición y España puede presumir de cuatro participantes, señal de la buena salud de nuestra Liga. El que hace el número cuatro, ya lo saben, es la Real, que ha tenido que batirse por esa plaza con el Olympique de Lyon, que no hace tanto tenía vara alta en este torneo. El número tres es el Atlético, un gran clásico que vuelve.

Y están el Madrid y el Barça, claro, que van con la maza. Ningún otro club de Europa ingresa por derechos de televisión locales (liga y copa) lo que ellos, ni de lejos. Aquí al lado tienen la tabla. España se ha organizado de manera que a ambos se les dé un plus sobre sus competidores europeos. En el caso del Barça, para que nadie le pueda quitar las figuras que fabrica en su seno (los Xavi, Iniesta, Messi...). En el caso del Madrid para que pueda comprar por ahí lo que no es capaz de fabricar. Ya saben: Cristiano, Bale o el que salga. Son 140 millones por año para ver si con ese empujón llegan donde queremos.

Con frecuencia dudo que lo merezcan. Tras ver al Bayern vapulear al Barça (7-0 en total) y al Borussia de Dortmund quitar de en medio al Madrid con mucho menos esfuerzo del que le costó quitar al Málaga (¡qué gran fraude fue aquello!) me pregunto si quienes administran estos dos grandes clubes están a la altura de lo que se les da. Hoy parten con 45 millones de ventaja sobre la Juve, 60 sobre el Milán, 64 sobre el United, 68 sobre el Bayern y así siguiendo. Nuestra Liga se empobrece y se sacrifica por ellos. Ahora necesitamos que compensen ese sacrificio colectivo que tanto les favorece...