Djokovic fue el gran maestro

Djokovic cierra a lo grande el año tenístico más apretado del presente siglo. Por segunda vez en su carrera se llevó el torneo de maestros. En una final brillante y llena de puntos de inflexión, el serbio se impuso a Federer (7-6(6), 7-5) por galones. Por su mayor estabilidad emocional en los momentos decisivos. Por llevarse el partido a su terreno: a un duelo de desgaste en la diagonal de revés.

Y lo hizo además remontando un marcador adverso en ambas mangas frente a un Federer irreconocible en su brega y que se desenvuelve como nadie en ese tipo de pistas. El plusmarquista mundial de grand slams peleó todos y cada uno de los juegos. No hubo rastro de sus habituales ausencias. Pero sí le abandonó el primer servicio y su derecha en los momentos de mayor tensión.

Todo ello por mérito del valiente e indomable tenista balcánico, que nunca dejó de creer en si mismo en todo el torneo, del que sale invicto y reforzado tras una soberbia final y dos remontadas de tronío frente a Murray y Del Potro. El mejor final posible para subrayar quién es hoy por hoy el número uno del mundo con una raqueta en la mano.

GRANOLLERS Y LÓPEZ, CAMPEONES DE DOBLES

La mejor noticia del ATP Finals llegó de la mano de los M&M's. La pareja titular del equipo español de Copa Davis llegaba a la cita sin presión y con la mira puesta en Praga. Y Granollers y López salen de Londres como flamantes campeones (7-5, 3-6 y 10-3 a Bopanna y Bhupathi), tomando el relevo a Orantes y Gisbert, campeones en 1975.

Dos amigos que se entienden a la perfección dentro y fuera de la pista, como afirmó el propio Granollers en MatchBall. Que componen un equipo competitivo, en el que Marcel pone la potencia, la experiencia y los centímetros y Marc aporta la imaginación y el virtuosismo. Una pareja para soñar con una nueva ensaladera de plata.

Celebro que finalmente Teledeporte ofreciera el partido. Porque el dobles, modalidad ahora relegada en televisión a la Copa Davis, es una competición muy diferente y espectacular, en la que el juego de red recobra el protagonismo perdido y en el que podemos disfrutar de caras nuevas. Aunque reconozco que no me gustan demasiado los denominados doblistas, esos tenistas que han renunciado por completo a la competición individual.