El genio suizo sigue en forma e Isner se une al pelotón de cabeza

Tomás de Cos

Como Ferrer, ya suma tres títulos en lo que va de curso (Rotterdam ante Del Potro, Dubai frente a Murray e Indian Wells contra Isner) y una semifinal en el Abierto de Australia. Sólo uno menos que en todo el pasado 2011.

El póker de triunfos en Indian Wells (2005, 2006, 2007 y 2012), el número 73 de su exitosa carrera, le sirve para desempatar con dos leyendas del tenis norteamericano como Jimmy Connors y Michael Chang, que lucen tres títulos por cabeza, e igualar los 19 títulos de Masters 1000 de Nadal.

Un Nadal con muchas cosas en la cabeza al que superó en la penúltima ronda del torneo. Por lo que de un plumazo 'vengó' sus derrotas frente al balear y el gigante de Greensboro (Carolina del Norte) en Australia y la Copa Davis.

Pero la mejor noticia del torneo es el aterrizaje de Isner en el top 10, en el que siempre debería haber al menos un tenista norteamericano. La especial relación Estados Unidos tiene con el deporte de la raqueta bien lo merece.

El tenista crecido en las universidades de North Carolina y Georgia parece haber alcanzado la madurez y la seguridad en sí mismo suficientes para ser un habitual en las rondas finales de los torneos. No parece casualidad que en el último Masters 1000 de París ya disputara una de las semifinales ante Jo Wilfried Tsonga.

Pese a contar de momento con tres títulos ATP (Auckland 2010 y Winston-Salem y Newport 2011), ha disputado otras seis finales y ahora es notablemente mejor tenista que en años anteriores.

Mantiene un servicio imperial, propio de alguien que mide 2,06 metros, pero tiene un tenis mucho más sólido desde el fondo de la pista y maneja mejor el difícil balance entre agresividad y paciencia. Es muy coordinado, inteligente, abarca mucha pista y mete mucha presión sobre sus rivales por la eficacia y fiabilidad de su saque.

Que Federer mantenga su nivel y que Isner se una a la fiesta son dos noticias felices...