El Kun no ganará esta Europa League

Como el suegro y los agentes apretaban y el propio Kun no quería sujetar sus ganas de crecer y de ganar, este verano decidió ponerle un lazo al Atlético y volar más alto. Aunque su plan inicial era más ruin e ingrato, el argentino (gracias al dueño, las cosas como son) acabó depositando esas ansias de victoria en el City, un club ya sí acorde con la dimensión de su talento. Una promesa segura de triunfos y títulos Pero Agüero no conquistará ya esta Europa League, a la que sólo podría seguir accediendo de haberse quedado en el Calderón. Un golpe bajo en el fondo para los atléticos, que aguardaban con un punto de excitación, más que nada por desahogo, la posibilidad de cruzarse con el Kun. No habrá reencuentro, y no por el chico, a quien, tras dos goles y un penalti provocado, se le reprodujo el jueves esa vieja sensación de frustración del que rema solo. Es pronto para confirmar el fatalismo que persigue a los ídolos que hacen de menos al Atlético, pero por ahora Manchester no le está haciendo ganar más al Kun; sólo que se le quiera menos.

No le ha ido mejor en su ascenso al Inter al hincha Forlán, aquel del "qué querés, esto es el Atlético, no es un equipo grande" cuando perdía la dignidad y la puntería. No hay ciencia detrás del caso, quién sabe si un maleficio. Una especie de ajuste de cuentas del destino con quien se viene arriba y suelta el Atlético porque de repente lo ve pequeño. Bien lo sabe Fernando Torres, que al menos sí mantiene el cariño de la gente a la que abandonó. Se fue del Atleti hace tiempo para ganar títulos. Y desde entonces tampoco ha conquistado ninguno en otro club. Neptuno lleva dos.