El mejor brasileño está en casa
El Real Madrid ha jugado mal sus cartas en el fichaje de Neymar. Siempre ha dado la sensación de que el jugador, con su entorno, movía ficha a su antojo. El primer regate lo hizo en verano porque le interesaba jugar el Mundialito de Clubes contra el Barcelona (el Madrid dejó pasar a Agüero); luego, le vino bien jugar con la doble baraja Madrid-Barcelona en declaraciones y negociaciones, para rematar con una sonada renovación que le convierte, al menos en apariencia, en el icono brasileño para el Mundial de 2014. En el Santos sacan y se parten el pecho.
Mientras tanto, Mourinho en Valdebebas juega también sus cartas brasileñas porque conoce perfectamente la mentalidad de sus futbolistas. Entre algodones, ha conseguido que Marcelo y Kaká no acudan a la última llamada de la canarinha, pero Mou sabe que ambos están enchufadísimos para convertirse en grandes protagonistas. Marcelo lleva tiempo siéndolo desde su lateral y Kaká ha empezado a atisbar lo que siempre se esperó de él. Puede que en Brasil Neymar sea un megaproyecto, pero su jugador más universal, incluso por encima de Ronaldinho, es Kaká. Ese protagonismo que tanto necesita en el próximo año y medio le va a venir de perlas al Real Madrid. El mejor brasileño está en casa. Al tiempo.