Una heroica derrota

En sólo cuatro días hemos pasado de un Tour de Francia soporífero a una de las ediciones más épicas y vibrantes de los últimos tiempos. Hemos debatido mucho últimamente sobre los recorridos, pero la carrera nos ha acabado demostrando que el espectáculo depende en un porcentaje muy alto de las ganas y de la actitud de los ciclistas. Alberto Contador y Andy Schleck han sido los principales culpables, sin desmerecer a Samuel Sánchez, Cadel Evans, Thormas Voeckler y Pierre Rolland.

Puñetazo

Si el martes definí de hazaña el ataque de Contador en un puerto de segunda, una valoración que algunos aficionados me habéis criticado por "exagerada", en las jornadas del Galibier y del Alpe d'Huez me he quedado totalmente sin adjetivos para calificar los ataques de Andy Schleck y Alberto Contador, respectivamente. "Estas sí que son gestas", me habéis dicho alguno. Pues sí. Han sido dos días grandiosos de ciclismo.

El ataque de Contador a 92 kilómetros de la meta ha demostrado una vez más la casta de campeón que tiene el 'Pistolero de Pinto'. Tras su hundimiento el día anterior en el Galibier, el madrileño no quería irse por la puerta de atrás del Tour, una carrera que ha ganado tres veces. Su espíritu y su palmarés no se lo permitían. Así explicó después su valiente maniobra: "Necesitaba divertirme en la bicicleta. No deseaba ir en el grupo sin pena ni gloria, para eso era mejor marcharme a casa. He arrancado y he dicho: 'Que salga lo que Dios quiera'. Para quedar quinto, lo mismo me daba acabar el 24º".

La contrarreloj de Grenoble decidirá ahora la carrera entre Cadel Evans y Andy Schleck. Su hermano Frank también tiene opciones, pero en principio no creo que esté en la pelea. Si les soy sincero, y a pesar de la espectacular etapa del luxemburgués el jueves, creo que el australiano ha hecho más méritos durante todo el Tour para ser el campeón de esta edición. Cuando termine la jornada del sábado, puede que Andy se acuerde de los relevos que no le quiso dar a Contador en su osado órdago. Quizá no entendió que el ataque del español también servía para ponerle el Tour en bandeja.

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