Ganan Nadal y ‘Deliciano’, Tomic sigue deslumbrando

Tomás de Cos

En la segunda semana de torneo, desde Wimbledon siguen llegándonos grandes noticias. Nadal superó a un siempre difícil Del Potro, con conato de lesión incluido, y Feliciano levantó dos sets en contra frente al peligroso polaco Kubot. Dos triunfos que les colocan en los cuartos de final del torneo más grande del mundo con motivos suficientes para ser optimistas frente a Mardy Fish y Andy Murray.


Para Nadal el argentino ha sido la primera gran prueba de fuego del torneo y ha aprobado el examen con nota: 7-6, 3-6, 7-6 y 6-4. El balear volvió a exhibir oficio al resto, una privilegiada movilidad y su supremacía mental en los momentos decisivos. Incluso supo sobreponerse a un inquietante dolor en su talón con punto de set, que le hizo temer lo peor. "Pensé que me había roto el pie", explicaría después preguntado por el cabreo y las protestas del tandilense. Ahora está por ver si Nadal será capaz de ganar su tercer Wimbledon sin estar al 100%.

Antes, Feliciano López había mostrado su mejor versión, esa que hasta ahora ha estado tan reñida con la regularidad, para remontar ante Kubot (3-6, 6-7, 7-6, 7-5 y 7-5) y firmar un triunfo épico que le permite citarse con Murray. Después junto a la bella Petkovic, precursora del mote de 'Deliciano' López, derrotaría a David Marrero y Hlavackova para firmar una jornada inmejorable.

El que no pudo acceder a la antepenúltima ronda del torneo fue David Ferrer, tiroteado por los cañonazos de Tsonga (6-3, 6-4 y 7-6), que ahora medirá a Federer en su jardín. 'Ferru' volvió a caer eliminado en los malditos octavos de final de Wimbledon, único 'grande' en el que el alicantino no ha pisado nunca los cuartos de final.

Los otros favoritos del cuadro masculino cumplieron con los pronósticos. Murray apeó a Gasquet (7-6, 6-3, 6-2), Federer a Youzhny (6-7, 6-3, 6-3, 6-3) y Djokovic a Llodra (6-3, 6-3, 6-3). Entre las derrotas sonadas, la jornada dejó el adiós del finalista de 2010, Tomas Berdych, ante Mardy Fish, y la eliminación de las hermanas Williams -demostración de que los milagros son poco habituales en el tenis- y de Wozniacki. Sharapova, Azarenka y Kvitova siguen adelante.

Brillante Tomic

Pero para mí, lo más destacado del segundo lunes fue el triunfo del joven Bernard Tomic ante Xavier Malisse (6-1, 7-5, 6-4). A sus 18 años el mesías del tenis australiano ha alcanzado los cuartos de final de Wimbledon, algo que no ocurría desde que lo hiciera el revolucionario Boris Becker en 1986. Por el camino ya había despachado a los rusos Davydenko y Andreev, y al sueco Soderling. De todos ellos, incluido Malisse, sólo Andreev le arrebató un par de sets. Al resto les derrotó sin ceder una manga.

Tomic parece haber tomado de forma definitiva el relevo de Hewitt, campeón en 2002, y es el tenista llamado a emular las hazañas logradas en la década de los cincuenta y los sesenta del pasado siglo por Laver, Lew, Neale, Emerson y Newcombe. Lo más esperanzador es que no da síntomas de pánico o mal de altura. Juega frente a los mejores convencido de sus posibilidades y con su habitual tenis natural y desenfadado. Ante Djokovic será casi imposible, pero tampoco temblará.