Sub-17: Trindade, Ebecilio, la Alemania interracial y Dinamarca

Europa ya tiene nuevo campeón Sub-17. Se trata de Holanda, que sucedió a Inglaterra en ese trono tras batir a Alemania en la final del Europeo de Serbia por 2-5. Esa holgura con la que los oranje consiguieron la victoria es la mejor muestra posible de que han sido el mejor conjunto del torneo, ganando sus cinco encuentros disputados y encajando únicamente dos goles, precisamente los de la final. Con un juego vistoso y siempre fiel a lo que es la escuela neerlandesa, el cuadro de Stuivenberg, además, ha dejado varios nombres destacados a apuntar. Quizá el más llamativo es el de Trindade, el mediapunta del Feyenoord autor de dos goles en la final, quien con su talento y su bajo centro de gravedad ha hecho las delicias de los aficionados. Pero también sería justo situar a su mismo nivel a Ebecilio, mediocentro del Arsenal, capaz de trabajar, organizar y llegar al ataque con peligro. Ellos dos han sido los pilares de la Holanda campeona, además del central Rekik y el portero De Jong, aunque este último fallara con estrépito en uno de los goles encajados en la final.

En todo caso, el triunfo de los tulipanes es otro alegato en favor del fútbol creativo y de ataque, el mismo que ha llevado a Dinamarca a alcanzar unas meritorias semifinales. El mediapunta Fischer ha hecho girar en torno a sí todo el juego de los daneses, a los que probablemente les faltó algo más de presencia de su delantero Zohore en el momento determinante. Aún así, su clasificación para el Mundial ya es un éxito de por sí. La interracial Alemania, la correcta Inglaterra, la ordenada República Checa, la indecisa Francia y la campeona Holanda le acompañarán en ese cometido. Y Zima, Holst, Chalobah, Durmisi, Emre Can, Christensen, Samed Yesil o Hope son algunas de las promesas que nos deja este torneo, tan fantástico como siempre.