Pesimismo a la vista


El fin del mundo mola. Es el típico tema de conversación que nos divierte a todos. Cuando entramos en una web, y hay alguna noticia que anuncia el final de los tiempos, todos vamos inmediatamente a leer ese texto. Siempre son tonterías, pero tonterías divertidas. Nos gusta que nos cuenten que va a caer un meteorito gigante o que se va a apagar el sol, que se va a abrir una grieta en la tierra o que van a atacarnos extraterrestres antropófagos… Lo que ya no tiene tanta gracia es que el Armageddon sea real. A ninguno nos apetece que se acabe la fiesta. Por muy mal que nos vaya la vida, las cosas siempre pueden mejorar… o empeorar.

Pero esta vez el Armageddon es real, inevitable. Se inició el 6 de febrero, domingo, tras la victoria de los Packers en la Super Bowl. En realidad, los aficionados a la NFL estamos acostumbrados a sufrir un pequeño fin del mundo cada año. No nos preocupa demasiado. La experiencia nos dice que el mundo árido y sin vida se convierte en un vergel en los primeros días de septiembre. Lo malo es que este año no es igual a los demás. El Armageddon es, si cabe, mucho más apocalíptico que nunca. Las señales del fin abundan por doquier y el desastre parece inevitable.

Lo normal es que este artículo fuera un pequeño calendario con los acontecimientos que debían celebrarse en los próximos meses y que, perfectamente repartidos, irían aportando a los aficionados unas pequeñas píldoras de football que nos mantendrían con vida hasta el inicio de la nueva temporada. Pero para empezar, la asociación de jugadores ya ha anunciado que boicoteará el scouting combine que se debería celebrar en Indianapolis entre el 23 de febrero y el 1 de marzo. Como sabéis, el combine es el momento en el que los aspirantes a convertirse en grandes protagonistas del siguiente draft se presentan en sociedad. Los clubes evalúan sus prestaciones en una serie de pruebas físicas y técnicas.

Si entramos en el calendario oficial de la temporada, nos encontramos con que el siguiente acto programado es el draft. Será entre el 28 y el 30 de abril. Ni una línea sobre la agencia libre que se debería abrir el 3 de marzo, aunque no lo hará salvo milagro.


Los jugadores universitarios que han podido evitarlo, o que han estado más espabilados, han renunciado a inscribirse en este draft. Por eso será una edición algo descafeinada, con muchos jugadores de último año que no pueden esperar a que pase la tormenta quedándose un año más en la Universidad. Los que saben de esto dicen que, a pesar de todo, no será un mal draft, que hay bastantes jugadores de calidad, pero me temo que eso no evitará que su carrera profesional quede bastante comprometida.

Si al final no hay NFL, lo que a día de hoy parece lo más probable, los jugadores elegidos tendrán un equipo asignado, pero no podrán firmar un contrato. Esos no son tipos que hayan podido ahorrar durante una trayectoria profesional. Se van a encontrar con una mano delante y otra detrás, sin instalaciones, ni médicos, ni asesores, ni entrenadores. Solo tendrán la certeza de que cuando se acabe el lío, el equipo que les haya elegido tendrá el futuro en sus manos.

Además van a encontrarse con que doce meses después de ser elegidos se celebrará un nuevo draft. Los equipos acumularán un buen grupo de novatos de dos elecciones colegiales diferentes, y eso sin contar las pruebas a jugadores no elegidos, los veteranos oxidados tras un año sin competición,…


Si la NFL se sale con la suya, dentro de más de un año las plantillas de la mayoría de los equipos de la NFL no van a parecerse en nada a las actuales y los entrenadores pueden tener solo dos partidos de pretemporada para convertir esa torre de babel en un equipo.

¿Consecuencias? Si hay lockout habremos visto los últimos partidos de muchísimos deportistas de más de 30 años, de estrellas con tendencia a sufrir lesiones, de buenos jugadores de equipo… Los elegidos en rondas bajas del draft, y los no seleccionados, van a tener menos oportunidades que nunca y los equipos técnicos pueden sufrir cambios importantes incluso tras un año en blanco ¿Seguirá Tom Coughlin en 2012, con 66 años, cuando está ahora en entredicho? Un periodista aburrido tiene mucho peligro y cuando no queda nada de lo que hablar lo más fácil es sembrar cizaña que genere futuras noticias.

Si en 2011 no hay NFL, a esta liga en 2012 no la va a reconocer, como decía un político español, ni la madre que la parió. Y os aseguro que eso no puede ser bueno.

Lo más visto

Más noticias