El mejor partido posible en el mundo

No es posible encontrar en el planeta un partido así, ni casi jugador que pudiera mejorar alguno de los veintidós puestos de titulares. Además, el partido trae la leyenda de cien años largos de rivalidad, enfrenta a dos clubes laureadísimos en Europa y en el mundo y tendrá máxima influencia para el título. En eso hay que corregir a Cristiano Ronaldo. No es un partido más, los puntos valen doble, porque son los que tú sumas y los que restas al otro. No es que el que gane vaya a ser campeón el martes, como broméo Guardiola, pero dado que los dos van a hacer muchísimos puntos ante el resto, esto contará mucho.

Y enfrenta dos estilos. En el viejo boxeo, diríamos que es el fino estilista ante el duro fajador. Aquí diremos que es el tiqui-taca contra el tic-tac (tomo prestada la expresión a Caparrós), el modoso Guardiola frente al intempestivo Mourinho, el pequeño y sigiloso Messi frente a Cristiano, ese Apolo del fútbol, la cantera contra el agregado de estrellas de aluvión. Y son dos equipos en plenitud, alcanzada la forma, sin bajas ni excusas posibles. El Barça alcanzó su forma, una vez superado su mal arranque, consecuencia del Mundial. Mourinho hace semanas que encajó su Madrid, un gran Madrid.

El Madrid llegó a Barcelona y vio que no está solo. Dos mil fieles acudieron al aeropuerto a recibirle entusiasmados, prueba de que en Cataluña hay más madridistas de lo que se tiende a creer. Luego, en el hotel, aparecieron los 'boixos' para dar la nota, pero hoy no creo que les veamos. Laporta (que ayer vivió un feliz bautismo político) tuvo un gran acierto al disolverlos. Mourinho estuvo en son de paz en la conferencia de prensa, y Guardiola, en su tono habitual, medido y positivo. Nos espera un gran partido, en ambiente de pasión, sí, pero supongo que correcto. Esto es muy hermoso, no debe ensuciarlo nadie.