¿Un portero? ¡Pero si ya hay tres!

El Málaga busca un portero para el mercado de invierno. Parece incongruente que quiera fichar a un jugador en esa demarcación cuando hace cuatro meses contrataron a dos. No a uno, sino a dos. Rubén Martínez, procedente del Cartagena, que costó un dinero, un millón trescientos mil euros, y Galatto, que llegó de un equipo búlgaro y por el que el club malagueño tuvo que pagar un pico, un millón doscientos mil euros. A estos dos futbolistas hay que añadirles al incombustible Arnau, ahora titular y que no está desentonando. El anterior entrenador, Jesualdo Ferreira, trajo a Galatto, y por lo que sea, perdió la titularidad, primero en favor de Rubén y luego por la lesión de éste Arnau. La pregunta es si Ferreira se equivocó. Es posible, aunque hay que dejar un plazo más grande para saber si Galatto puede defender la portería del Málaga.

Quizás antes del fichaje del brasileño se tenía que haber peinado el mercado español, que hay muy buenos guardametas, mejores que en otros países. También podrían decir que Rubén es español, sí, pero no lo fichó Ferreira, sino Sandro, que lo conocía como el anterior entrenador, Juan Ramón Muñiz, que lo tenía entre sus preferencias. El problema no es de Galatto, Rubén o Arnau. El problema lo tiene el Málaga que dejó toda la parcela deportiva a Ferreira y luego lo echó. Quizás con la llegada del nuevo director deportivo, Antonio Fernández, todo se normalice y sea él, junto con Pellegrini, quienes fichen. El Málaga es un sentimiento. Volveré.