Nadal se reconcilia con Madrid

Tomás de Cos

Su victoria ante Federer en dos apretados sets (6-4 y 7-6) anula la dolorosa derrota encajada el año pasado en el mismo escenario y le permite afrontar la reconquista de Roland Garros con plenas garantías. Hoy sale en el segundo puesto del ranking tras el suizo, al que ya dobla en victorias en los duelos entre ambos (14-4), y ya es el tenista con más Masters Series de la historia (18). Su triplete en los Masters 1000 sobre tierra batida (Montecarlo, Roma y Madrid) demuestra que Nadal ha vuelto y que la alfombra ocre le ha ayudado a deshacerse de los fantasmas.


El triunfo en la espectacular Caja Mágica le ha servido incluso para rememorar su primer título en la capital, allá por el 2005, en una formidable remontada frente a Ljubicic en el Madrid Arena de la Casa de Campo. Si entonces la altura no fue un problema (misma altura, en indoor y sobre pista rápida), no podía serlo ahora que el torneo se disputa a cielo abierto y sobre su superficie preferida. Por más que en sus dos primeras ediciones, el Madrid Open se haya metido con calzador entre los torneos de Roma y París. La altura influye, sí. Pero Nadal debe aceptar que siempre es favorito.

En realidad, no ha habido grandes novedades. Nadal y Federer se batieron con sus armas y la entrega de siempre, en un partido ajustado (85-84 en puntos), con alternativas y sin demasiado brillo. Y ganó Rafa por su mejor movilidad sobre el polvo de ladrillo y su mayor estabilidad en los momentos delicados (Federer sólo aprovechó 3 de 11 bolas de break). Con Federer al ataque, buscando golpes ganadores y todo tipo de variables para acortar los puntos y evitar los largos intercambios desde el fondo. Y con Nadal agazapado tras la línea de fondo, sin fallar una bola, a la espera de su oportunidad a la contra para percutir el revés de Roger con su derecha ultra liftada. Un guión no por repetido falto de interés.

La hegemonía del tenis mundial vuelve a ser cosa de dos (¡bendita rivalidad!) y el español vuelve a tener la sartén por el mango. Nadal busca recuperar el número uno coleccionando títulos y el suizo retenerlo hasta capturar el único récord que le queda por delante: las 286 semanas como número uno de Pete Sampras. (A día de hoy, 17 de mayo de 2010, suma 283 semanas como el primero de la lista). Sólo una derrota en los cuartos de final de Roland Garros, unida a un quinto título de Rafa en el Bosque de Bolonia, evitaría que el de Basilea alcance su objetivo más inmediato. El de Nadal es volver a morder la 'Copa de los Mosqueteros'.