Otra pachanga de Rossi con el Ferrari de Fórmula 1

Esta semana Valentino Rossi vuelve a subirse a un Ferrari de Fórmula 1. Interesante, sin duda, porque el genio italiano ha demostrado ya buenas maneras sobre cuatro ruedas, pero no más que una anécdota, por mucho que se quiera adornar como dos jornadas de test.


Rossi

Que Rossi ama Ferrari y que la F-1 es su sueño prohibido, por mucho que critique lo aburrido que resultan demasiado a menudo sus carreras, es de sobra conocido. Sin embargo, este lujo de probar un monoplaza rojo en Montmeló no es más que un premio a la consecución de su noveno título mundial, una pachanga. Lo digo para recalcar que, por muy bien que lo haga, no tendrá nada que ver con las pruebas realizadas a principio de 2006, con la seria intención de un cambio de especialidad. El Doctor acumuló en su intento frustrado de entonces, porque fracasó en toda regla, 1.042 km y 224 vueltas repartidos entre Fiorano, Mugello y Cheste.


Rossidos

Recuerdo perfectamente el día que se estrenó en Cheste al volante del Ferrari. Había mucha expectación y no salió hasta última hora. Tenía ilusión en que pudiera hacerlo bien, pero en sólo media vuelta ya estaba entrompado y atrapado en la grava... Me esperaba otra cosa, todo lo contrario que los mecánicos de Ferrari, que le dijeron a su fotógrafo que se apostara en la curva en la que el italiano quedó retratado. La imagen dio la vuelta al mundo...


Es cierto que mejoró con el paso de los kilómetros, haciendo tiempos más o menos decentes, pero su coche era el de la normativa antigua, con más potencia, y siempre me quedará la duda, y creo que a él también, de si aquellos flirteos no le costaron el título que a la postre se llevó Hayden, ya sabéis, para mí el campeón más triste de la historia de la clase reina, con sólo dos victorias.

Rossitre


Será una pachanga y la guinda a unas vacaciones sobre cuatro ruedas, pero en cuanto se acabe volverá a pensar única y exclusivamente en la manera de retener su título de MotoGP. Por eso renunció a las invitaciones que tuvo para ir a las 24 Horas de Le Mans, previstas para el único fin de semana que le quedaba libre en junio, y al Rally de México que tenía ya programado, esto por la cercanía del arranque mundialista. Es consciente de que le espera mucha rivalidad en la parrilla y otra gran batalla en los despachos, porque deberá elegir entre renovar con Yamaha o cambiar de aires. Si renueva, igual lo anuncia para la cita de Mugello, como hace dos años, y si no lo ha hecho para entonces, habrá que pensar en una seria posibilidad de fuga a Ducati o incluso Honda.

Cuatro