Canales está por encima de la ley

La primera vez que supe de Canales fue hace cuatro años cuando el agente José Miguel González me contaba que recorría España para ver a un futuro crack. Después, el gurú de la cantera en la Selección, Ginés Meléndez, me reafirmó su valía, pero hasta el regreso de Portugal no había encontrado a nadie tan confiado en el nuevo Guti.Por eso, cuando tomó la alternativa en el Bernabéu supe que llegaba su hora y di sentido a una anécdota que me recordó su descubridor, Javi San Juan.

Siendo alevín, Sergio jugó un Torneo de Navidad con el Racing en el que sólo había una regla innegociable -el trofeo al mejor jugador no podía recalar en un chaval del club verdiblanco-. Sin embargo, dadas las diferencias tan abismales entre Canales y el resto, hubo consenso para darle el galardón. Canales burla a la reglas porque emboba a quien las dicta, regatea a los representantes (no tiene) y contradice a la lógica. Una prueba: los grandes le desean y él sólo piensa en sus amigos de los Agustinos, en su novia Cristina y en triunfar en el Racing. Confía tanto en que será uno de los grandes que no quiere llegar a lo más alto a toda prisa. Prefiere disfrutar recorriendo ese camino.