Verbo fácil y corredor de fondo

Ha sido el primero en dar un paso al frente. Al fin y al cabo lleva tres años preparándose para ello. Tiene la ilusión del que aún no ha cumplido los 40 y es consciente de que para ganar la carrera hacia la presidencia del Real Madrid deberá tener el fondo de un maratoniano porque su insultante juventud le permite mirar más allá de este mes de junio en el caso de no conseguir ahora su objetivo. Ayer pasó su primer gran test en público y como tiene un verbo fácil causó una grata sensación.

Habló más de teoría que de práctica. No dio ni un nombre propio, salvo el de Santillana, su vecino, pero reacio a embarcarse en aventuras electorales. Ni una pista sobre quién será su entrenador, pero sí que tendrá más poder que el director deportivo. Ni tampoco sobre los jugadores que pueden formar parte de su proyecto. Apuesta por la españolización. Tampoco quiso aclarar quiénes forman su candidatura y le ayudarán a avalar los 52 millones, no 60. Al referirse a Florentino le llamó siempre el "otro candidato" y confesó estar deseando entrar en un debate cuerpo a cuerpo con él... Todo un desafío.