Llega la hora de la verdad

Nos enfrentamos a un rival de entidad y con el equipo diezmado. Es la primera prueba verdaderamente de fuego a la que tenemos que enfrentarnos en el campeonato liguero. El Sevilla nos tiene acostumbrados a choques de los que siempre salen chispas. Son partidos duros en los que no suele faltar la polémica. Suele pasar con rivales directos, como es el caso del Sevilla, para los puestos de arriba a los que aspiramos. A la condición del rival, hay que añadir el número de bajas con las que llegamos al choque. Sin Forlán, Simao ni Maniche, el equipo tendrá que demostrar que tiene hechuras o lo que es lo mismo, banquillo suficiente para solventar con suficiencia imprevistos de este tipo que van a estar a la orden del día a lo largo de toda la temporada.

Tan importante es tener jugadores de primer nivel, como suplentes solventes. Sólo hay que pensar en Sinama. Llegó para ser el tercer delantero y a las primeras de cambio ha demostrado estar capacitado para jugar muchos más minutos de los que estaba predestinado. Llega el Sevilla, pero a renglón seguido nos enfrentamos al Villarreal, Barça y Madrid. Cuatro partidos que van a servir para saber si este renovado Atlético está capacitado o no para aspirar a lo máximo. A ganar el título doce años después. Creo sinceramente que sí. Sin Heitinga, hemos visto como se multiplicaba eficazmente Ujfalusi. Y sin Maniche, tal vez podamos confirmar las fabulosas sensaciones que ha transmitido Miguel. Un jugador que, al igual que Banega, puede ser otra de las sensaciones.