Lo veremos en la casa de Jesse Owens

Lo veremos en la casa de Jesse Owens

Es una marca bestial, fuera de serie: esos 9.77 de Bolt, ayer en el Estadio Rey Balduino, con la pista no ya mojada, sino casi arriada, 1,3 de viento contrario, y una reacción penosa, 223 milésimas: casi un resbalón. Cuando Usain se afianzó sobre la goma chorreante y empezó a explotar en zancadas de hasta 2,7 metros, la carrera quedó dinamitada. Como carbonizada por un relámpago: Lightning Bolt, Relámpago Bolt. Una reacción no catastrófica (como la de Asafa, por ejemplo), pelín de viento a favor y la pista seca hubieran desembocado en una plusmarca fabulosa: que, con mucha seguridad, veremos en 2009, en casa de Jesse Owens. ¿En casa de Owens...?

Pues sí: Bolt, chico triunfante de 22 años, regresa ya a Jamaica. Tendrá recepciones triunfales en Kingston, Trelawny y Camperdown, buenas vacaciones... y buenos cócteles de ron Appleton Estates con Ginger Green, jengibre verde. Bebida casi de piratas, dulzura caribeña y fragancia agresiva. A Bolt le gustan las fiestas y algún cigarrito rubio, pero en octubre va a las órdenes del orondo Glen Mills para preparar el Mundial 2009: será en el Olympiastadion de Berlín, la casa deportiva de Jesse Owens. Allí, en agosto de 1936, Owens reinó ante Hitler en 100, 200, longitud y 4x100. Y allí, en agosto de 2009, reinarán Bolt y el sprint de Jamaica. En casa de Owens, 71 años después.