Cristiano Ronaldo, mejor jugador de la pasada Champions. Pues claro. ¡Qué farde para el Madrid si estuviese recién fichado, con un traspaso récord y de eco mundial! ¡Y qué poco importaría en ese caso el humor de Robinho, que seguramente habría sido traspasado ya al Chelsea por innecesario! Pero la realidad está lejos de eso. Cristiano mareó la perdiz y no vino, y después de eso el Madrid ha ido de tropiezo en tropiezo, desconcertado, poniendo de relieve que ese mando bicéfalo que tiene en la gestión deportiva no conduce más que a papelones como éste. Y mientras, lo de Robinho sin resolver.

Hace tiempo que digo en estas columnas que la Premier es temible. Tiene más dinero de televisión, porque hay casi diez millones de abonados al cable, porque no tiene que vender partido en abierto y porque sus derechos internacionales aportan mucho dinero, en particular de la Commonwealth. Así que Cristiano no viene, tiran de Robinho, tienen el campeón y al finalista, y los cuatro jugadores elegidos como mejores de la última campaña vienen de allí. Y ya es la Premier primera en el ránking UEFA, ese que se hace computando los resultados de los clubes los cinco últimos años. Nos han pasado.

Y voy al sorteo: más sal todavía en las heridas del Madrid. El grupo no es fácil porque Juve y Zenit te pueden dejar tercero con un par de malas noches. Menos mal que, en contra de lo que ocurre en los despachos, el equipo está fuerte en el campo. Por contraste, el Barça tiene un panorama ideal y el Villarreal tiene claro el objetivo de ser segundo, tras el Manchester. ¿Y el Atleti? Pues el trueno del Liverpool del Niño Torres (el diablillo del fútbol es juguetón) más el PSV y el Olympique. Toros en puntas, pero nadie dijo que fuera fácil. Además, el Atlético está de fiesta, y ahora ninguna noticia es mala.