Nuestras chicas de plata


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Por Esther Sánchez-Infante

No pudo ser. Nuestra pareja de dobles femenino no logró el primer oro para el tenis español, tuvo que ser una vez más Rafa Nadal el encargado de llevar a cabo la hazaña. Sin embargo, la plata obtenida por Vivi Ruano y Anabel Medina sabe, prácticamente, a oro. Las chicas también están contribuyendo al gran momento que vive el tenis nacional. Las actuales campeonas de Roland Garros demostraron durante todo el torneo que la complicidad existente entre ellas las hace una de las duplas más competitivas del circuito.


La suerte no estuvo de parte de las españolas; para empezar, porque las rivales a batir eran las hermanas Williams. Ya por todos es sabido que Serena y Venus muy pocas veces perdonan. Las norteamericanas no dieron ni un respiro a las nuestras, reflejando en el marcador su aplastante superioridad (6-2 y 6-0). Y para colmo, Virgina Ruano tuvo que ser atendida por unas molestias en el bíceps femoral, por lo que no pudo jugar en plenas facultades. En resumen, las que ya fueran campeonas olímpicas en Sydney 2000 volvieron a ser las reinas de los Juegos.

Fue una pena. Virginia Ruano, una tenista especializadísima en dobles, iba a Pekín con la ilusión de alzarse con esa medalla de oro que se le escapó en Atenas 2004 junto a Conchita Martínez. La madrileña ha estado preparando a conciencia la cita olímpica durante mucho tiempo para no retirarse sin la preciada presea. No pudo ser. Pero a juzgar por su cara de felicidad, el metal no sabía a plata.

La veterana jugadora de 34 años ha encontrado en Anabel Medina una buena cómplice. La valenciana aporta la frescura y el brío, que se aúnan a la perfección con su madurez y templanza. La carrera de Ruano ha estado dedicada a competir en pareja, y no le ha ido nada mal. Cuarenta títulos suma en su palmarés, entre ellos nueve Grand Slam, y más de dos años ha permanecido en el número uno mundial en dobles. La madrileña ha formado dupla con Conchita, con Paola Suárez y ahora con Anabel Medina, que es la mejor jugadora española por ránking (28º).

Fruto de esta simbiosis tan especial, en junio de este año 2008, Ruano y Medina llegaron a tocar el cielo al convertirse en las flamantes campeonas de Roland Garros (otra vez compartiendo protagonismo con Nadal). Fue el primer gran título de la benjamina del dúo, pero el noveno para 'Vivi'. Y ahora la medalla olímpica.

El tenis español goza de una salud inmejorable, tanto el femenino como el masculino, tanto en dobles como en individual. Rafael Nadal Parera estrena oficialmente número uno del mundo con un oro colgado del cuello y Ruano y Medina se hacen con la plata, venciendo para ello a Zi Yang y Jie Zheng y a todo un pabellón apoyando a sus tenistas. Las chicas no tendrán descanso.En breve, les espera la final de la Copa Federación ante un país que también sabe hacer buen tenis: Rusia. No en vano, las rusas acapararon el podio individual, encabezado por Elena Dementieva y donde Dinara Safina conquistó la plata y Vera Zvonareva, el bronce.