Gestionando en primera persona

Ya lo dijo en la SER Muñoz Tapia al ser preguntado por las negociaciones con futbolistas con contrato en vigor que por sus altas fichas no jugarían en Segunda B: "De eso se encarga mi padre, él es quien mejor puede negociar". Y así se hace, como debe ser. Muñoz Vera negocia y lo hace personalmente. Se está encontrando con trabas que a la postre sólo él puede resolver. Sin embargo, me llama la atención que fuese el representante de Gastón Casas, uno de los jugadores que menos aportó al Cádiz y que menos vergüenza profesional tuvo, quien tratase de complicar en grado superlativo la negociación con el presidente de la entidad cadista. En nombre de su representado, dicho caballero se dejó pedir un curioso dinero por romper su contrato.

Evidentemente, la reacción de Muñoz no se dejó esperar, y aún consciente de que hasta cierto punto es normal que se dejen pedir dinero, el responsable del Cádiz invitó a Gastón Casas a reincorporarse al plantel una vez finalice las vacaciones de verano. La respuesta tampoco se hizo esperar demasiado y, como cabe suponer, Gastón no vendrá y ojalá no venga nunca, para defender los colores de un equipo como el nuestro donde todavía existen los sentimientos. En estos momentos, a la espera de saber si prospera o no la impugnación por alineación indebida de Kiko con el Hércules, Muñoz y el resto de consejeros siguen trabajando. Eso sí, todo cambiará si nuestro Cádiz logra continuar una temporada más en la División de Plata.