Ganará el que mejor sepa vender

En las votaciones olímpicas ya no gana la mejor candidatura para unos Juegos, sino la que mejor sabe enseñar el producto que presenta. Atenas 2004 supo vender su cita con la Historia (la ciudad de la restauración). A la segunda, eso sí. Y nadie tuvo en cuenta que las instalaciones iban a estar siempre retrasadas. Pekín supo vender su imagen de país colosal y emergente, y todo el mundo miró para otro lado cuando se habló de Derechos Humanos. Londres fraguó su victoria en la personalidad de Sebastian Coe, un mito del deporte, y a pocos pareció importar que no había ni estadio y que el transporte público era un desastre.

Madrid tenía mejor candidatura que la británica, pero no tenía un Sebastian Coe... ni un Tony Blair. Jacques Rogge, presidente del COI, llegó a declarar que uno de los secretos del triunfo de Atenas para 2004 estuvo en la personalidad de su jefa suprema, la multimillonaria Gianna Angelopoulos, primera mujer en dirigir una candidatura olímpica ganadora. Madrid 2012 no supo vender su proyecto. Madrid 16 debe aprender a hacerlo.