Padre e hijo triunfadores con el Real Madrid al máximo nivel europeo

Son muy pocos los hijos de grandes futbolistas que logran superar los méritos de sus padres. Zamora, Kubala, Herrerita o Cruyff son buena prueba de ello. Una de las escasas excepciones se ha dado en el Real Madrid. En 1964 llegó al club blanco, procedente del Valladolid, un medio volante valenciano llamado Manuel Sanchis. Poco después, reciclado a lateral, se hacía en Bruselas con la Copa de Europa (1966) y jugaba en el Mundial de Inglaterra, donde marcaba un soberbio gol frente a Suiza. Titular siete años en las filas merengues, dejó un gran recuerdo en las gradas del Bernabéu cuando pasó al Córdoba, en 1971. Un año antes de ganar la Sexta había sido padre de un niño al que se bautizó con su mismo nombre. Este niño creció y en el año 1979 comenzó a jugar en los juveniles del Real Madrid. Tal vez ser hijo de su padre le facilitase la entrada, pero pronto demostró unas cualidades futbolísticas de primer nivel. En 1982 pasó al Castilla y un año más tarde Di Stéfano le hizo debutar en el primer equipo. Superó a su padre en títulos nacionales, internacionalidades con la Selección española y número de partidos en el Real Madrid, pero su padre le 'pinchaba' ¿y cuántas Copas de Europa has 'ganao'? Por fin, 32 años después que su padre, con la Quinta del Buitre ya retirada del fútbol, se le presentó a Sanchís la posibilidad de igualarle. Fue en Amsterdam, ante la Juventus de Zidane, donde el hijo de Sanchis levantó la Séptima. Papá ya no podría tomarle el pelo y mucho menos cuando en París repitió éxito dos años después. También lograba superar a su padre en Copas de Europa.