Hay que disfrutar el momento

No me extraña que en el deslizante terreno de juego del campo del Getafe nos manejáramos con destreza y seguridad. Llevamos mucho tiempo andando sobre terrenos resbaladizos. El solvente triunfo ante el correoso equipo de Bernd Schuster viene a despejar las últimas dudas sobre el espectacular cambio que hemos sufrido. Tampoco creo que sea necesario realizar apelaciones a la prudencia. Este equipo tiene la humildad impregnada en su propia esencia, por lo que solamente nos queda disfrutar, conscientes de que no estamos abonados a los buenos resultados o lo que es lo mismo, que hay que echar el resto en cada encuentro sin perder un ápice de concentración para mantener esto. Pero de eso, de echar el resto y superar adversidades, también sabemos un rato.

Al buen momento deportivo se une la diligencia en los despachos a la hora de planificar el futuro. El equipo está llegando al nivel que se pretendía a principio de temporada. El objetivo, estar en puestos europeos, empieza a dejar de ser una quimera y se sigue trabajando en reforzar la plantilla con nuevos fichajes para conseguir aspirar a lo máximo. Si a eso unimos la acertada y transparente política que se sigue en el asunto del Vicente Calderón y la Ciudad Deportiva, podemos decir que se está cerrando la cuadratura del círculo. Con todas estas premisas, el momento es más que dulce y merece la pena disfrutarlo. El presente es excelente, lo que supone el mejor de los avales para un futuro que, por primera vez en mucho tiempo, los aficionados rojiblancos empezamos a ver despejado.