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Caminando como un campeón

Hacía mucho tiempo que ningún otro piloto que no fuese Michael Schumacher era capaz de disfrutar de esa sensación tan agradable que significa caminar por un paddock de la F-1 y hacer gala de su condición de campeón en la misma temporada. Eso fue lo que hizo ayer Fernando Alonso en el circuito de Suzuka. Esto sólo lo había hecho 'Schumi' desde 2001 hasta 2004, durante cinco largos años, y conduciendo el mejor coche en esas temporadas. El alemán también fue capaz de consagrarse con antelación en 1995, con un Benetton inferior al Williams, y caminó entre la gente exhibiendo su condición de campeón. Ni Hakkinen, campeón en el 98 y 99, ni Villeneuve, en 1997, ni Hill, vencedor en 1996, pudieron hacerlo. Todos estos se consagraron en la última carrera.

Ser campeón del mundo es difícil, pero hacerlo antes de que termine la temporada tiene más mérito, sobre todo luchando contra coches superiores. Schumacher es un piloto al que nadie discute su calidad a estas alturas, pero es muy cierto que los últimos cinco años -salvo en 2003- gozó de una superioridad mecánica abrumadora. Sólo en 1995 logró hacerse con el título con menos potencial que sus rivales. Para encontrar a otro piloto que haya logrado algo semejante debemos ir hasta 1993, cuando Prost, que también conducía, de lejos, el mejor coche, fue campeón. Y para encontrar a otro campeón sin el mejor coche, hay que remontarse a la década de los setenta. Por eso el logro de Alonso tiene tanto valor.

Víctor Seara es comentarista de Telecinco en la Fórmula 1.