El técnico empieza a verlo claro

Siempre he tenido la sensación de que este equipo le quedaba muy grande. Demasiada plantilla para él, o lo que es lo mismo, demasiados jugadores para alinear. Por otro lado, entrenar al Atlético le ha supuesto a Ferrando exigencias a las que, creo, no estaba acostumbrado. Durante una buena parte de la temporada a mí, particularmente, no me ha convencido ni su filosofía (le de ganar sin que importe el juego que desarrollemos) ni tampoco sus cambiantes planteamientos tácticos. En el haber hay que reconocerle su visión para hacernos con los servicios de Pablo, cuyo rendimiento nadie pone en duda.

Dicho esto, creo que estamos ante un entrenador honesto, con capacidad para encajar las críticas y con voluntad de aprender de los errores. Tras muchas dilaciones, parece haber entendido que el tándem Colsa-Luccin es el mal menor para el centro del campo. Ha comprendido que el puesto de Antonio López está en la banda izquierda, no en el lateral de la defensa, y que Ibagaza debe jugar siempre de enganche. Ferrando empieza a tener las ideas claras, lo que se traduce en que, por fin, cada jugador ocupa el sitio que le corresponde. Me gusta, también, que comience a desempolvar el complejo que le lleva a amarrar el resultado en cuanto nos es favorable. Tenemos y podemos ganar en cualquier campo y no sólo en casa.