Atracón de vueltas de Márquez con una Ducati ya más rápida que su Honda
Marc mejora en medio segundo el crono que hizo el año pasado y acumula 72 vueltas, más que nadie, en la segunda jornada, la del récord de Bastianini.
El 1:58.666 que Marc Márquez hizo el año pasado en el test de Sepang, el último que llevó a cabo en las filas de Honda, ya está superado al manillar de su nueva Ducati, la del Gresini Racing, modelo GP23, y por mucho margen. El octacampeón del mundo se ha dado un atracón de vueltas, hasta 72, más que nadie y 11 más que el siguiente, Maverick Viñales, con 61, dejando en el debe para mañana que aún no ha llegado al 1:57, porque se ha quedado en 1:58.118 que le ha situado 14º.
La meta del 1:57 la han alcanzado la friolera de hasta diez pilotos, con un Enea Bastianin en plan Bestia para pulverizar el récord de la pista y establecer uno nuevo con 1:57.134. Parece mentira, pero el 1:56 en el circuito malayo está ya a tiro de piedra. A punto ha estado de conseguirlo el piloto oficial de Ducati, el compañero de Francesco Bagnaia, pero un error en tercer sector le hizo perder algo de tiempo. Mañana, en la tercera y definitiva jornada podría caer, sobre todo si la pista se presenta en tan buenas condiciones como las de hoy.
La jornada arrancó a ritmo de récord, con un recital de tiempazos a primera hora aprovechando las mejores condiciones del asfalto. Antes del parón del mediodía, lideraba un Jorge Martín al que le salen los tiempos fácil y rápido, para acabar finalmente segundo, a 0.139 del más rápido. Le siguieron hasta cerrar el top diez Binder, Aleix, Bagnaia, Di Giannantonio, Álex Márquez (fue uno de los que hizo simulacro de carrera esprint, y con buen ritmo), Acosta (sufrió una caída), Bezzecchi (también se cayó) y Mir. Más atrás, Quartararo 11º, Rins 13º, Márquez 14º, Marini 17º, Maverick 18º y Augusto Fernández 20º.
La variedad mecánica en las cuatro primeras plazas, con dos Ducati, una KTM y una Aprilia, la completó un Aleix que rodó en el momento de más calor sobre el asfalto junto a sus compañeros de fábrica Maverick y Oliveira (no está Raúl Fernández por lesión, tras la caída de ayer, y le sustituye el probador, Lorenzo Savadori). Querían poner aprueba en la nueva Aprilia si ha superado los problemas de calor que sufría el pasado año con las altas temperaturas, con una RS-GP que ardía en los circuitos más calientes.
Por rematar con Márquez, pudo disfrutar de un entrenamiento mucho más lógico y sereno que el de la primera jornada, en la que llegó a tener cuatro problemas técnicos distintos repartidos en sus dos Ducati. Que no tiró con todo en busca de un tiempazo lo demuestra que su mejor crono lo estableció en la vuelta 27 de las 72 que dio. Superadas las pruebas de ergonomía, de posición en la moto, sí que trabajó ya en la puesta a punto y habrá que ver si mañana hace su time attack particular que le acerque a los mejores puestos.