Accidentado regreso de Márquez en la victoria de Bastianini

Victoria de Bastianini en MotoGP, robándole la cartera a Bagnaia en la última vuelta, pero esta vez, más que nunca, hay que empezar por el principio, por una primera vuelta del GP de Aragón que dejó fuera de combate a Quartararo, a Nakagami y a Márquez, por ese orden. Accidentadísimo regreso de Marc a las carreras, porque estuvo implicado en las caídas del francés y del japonés y, aunque él no se fue al suelo, tuvo que abandonar antes de cumplir su primer paso por meta al quedar su Honda inutilizada después del toquetazo de la Yamaha, un toque que vino fruto del susto que tuvo el español y que hizo que el francés se lo comiera.

La mejor forma de entender lo que pasó es leer lo que dijo el propio Marc en la tele desde la puerta del box del Repsol Honda con la carrera en marcha: “La salida ha sido muy buena. La primera curva me la he jugado por fuera y ha salido bien. Y en la curva 3, todavía con neumático frío, Bastianini y Aleix han tenido un susto, y yo también, con lo que he hecho un efecto acordeón. Fabio iba muy pegado y no ha podido evitar chocarse conmigo. Ya he notado que la moto iba rara y en la curva 7, cuando he puesto el holeshot e iba en paralelo con Nakagami, se ha bloqueado la parte de atrás y tenía una pieza del carenado de Quartararo en mi moto. Me ha tirado la moto a un lado y me ha chocado Nakagami. Una pena, porque tenía muchas ganas de hacerlo bien delante de la afición”. Pues sí, una faena, por él y por Quartararo.

Un bajón en toda en regla, porque Quartararo lo tenía complicado en esta pista, pero se esperaba que, como casi siempre, fuera a más. Y un bajonazo para los muchos seguidores de Márquez que se habían ilusionado con su regreso y con su gran salida, porque partía decimotercero y se puso sexto a la salida de la primera curva. Un salidón que le hizo ganar siete posiciones antes del caos que le esperaba.

La carrera continuó y resultó emocionante, porque se decidió en la última vuelta. Hubo dos guerras de guerrillas. Una por la primera plaza. La otra, por la tercera. La primera se la llevó La Bestia, capaz de batir al teórico jefe de filas de Ducati con un pasadón en la curva 7, con un precioso interior de derechas. En Misano ya lo intentó y le faltaron 34 milésimas. En Aragón, en cambio fue él quien cruzó primero la meta con 42 milésimas de ventaja sobre su compatriota y próximo compañero en el equipo oficial Ducati. El del Gresini Racing lanzó un primer ataque sobre el del Ducati Lenovo. Fue en la novena vuelta cuando se puso por vez primera en cabeza, pero se coló y Pecco recuperó rápido el primer puesto. Aunque le llegó a mostrar la rueda en alguna ocasión, no fue hasta el último giro cuando lo intentó de verdad y esa vez lo bordó.

La segunda de esas batallas era la correspondiente a la tercera plaza, y ahí fue Aleix Espargaró el que resultó vcitorioso. El de Aprilia rodó gran parte de la carrera en la cuarta plaza, con Jack Miller cerca de él y Brad Binder tres décimas por delante. El español nunca perdió la fe y en la penúltima vuelta llegó su premio. Superó al surafricano en la frenada del final de recta y ya no cedió una valiosa tercera plaza que le deja a sólo 17 puntos del liderato de Quatararo. El francés se mantiene al frente, ahora con nada más que 10 puntos sobre Pecco, los citados 17 sobre Aleix y 48 sobre un Bastianini con el que hay que contar aún con cinco carreras por delante, 125 puntos en juego. La Bestia ya lleva cuatro victorias este año, dos menos que su colega Bagnaia, y es artífice del título de constructores que ya ha ganado Ducati. Ahora quiere el de pilotos.

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