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MOTOCICLISMO | LAS AMÉRICAS

Barberá continúa en activo

El valenciano corre a sus 35 años con una BMW en las SBK de MotoAmerica: "No me gustaba dejar las cosas como se quedaron y quiero acabar de otra manera".

Austin
Héctor Barberá en COTA.
MELA CHÉRCOLES

Ayer, me senté cinco minutos a presenciar la segunda tanda de las SBK del MotoAmerica cuando apareció Marc Márquez por allí, que venía de atender a las televisiones en la zona mixta. Me preguntó qué hacía y le dije que viendo a Héctor Barberá con la BWM y a Danilo Petrucci con la Ducati en las SBK de aquí. Y Marc contestó: "¿Sigue corriendo Barberá? Este tío tenía talento, ¿eh?". Vaya si lo tenía...

El valenciano vive ahora en Estados Unidos y está enrolado en este campeonato en el que ya hizo alguna carrera el año pasado y que ahora va a disputar por vez primera de manera completa. Fue un gusto reencontrarse con él y se le ve, a sus 35 años, tan fresco y simpático como siempre. "Volvemos a vernos en un sitio muy especial, en un circuito, y vengo a correr, con un nuevo reto y con la misma ilusión que cuando tenía 15 años", empieza relatando el valenciano de Dos Aguas a AS antes de profundizar en su nueva historia: "Me ha traído aquí la motivación con la que me despierto cada día. El hecho de saber que tengo una moto con la que correr me da la felicidad a día de hoy. Por eso no he parado todavía y quiero ganar".

Al preguntarle por qué no ha colgado el mono aún, explica: "A veces hay gente de mi entorno que me dice a ver si maduro y si cambio, pero yo me veo como cuando tenía 25 ó 26 años. Me siento joven, hago mucho deporte y tengo las ganas y la motivación. No he hecho ese cambio de formar una familia o tener otras responsabilidades que te hacen pensar más, porque en ese aspecto soy muy egoísta y le dedico todo a mi sueño, que ha sido ser piloto. No me gustaba dejar las cosas como se quedaron y quiero acabar mi carrera de otra manera".

Al preguntarle a Barby si el dinero del MotoAmerica es lo que más le ha tentado, responde: "Se gana dinero corriendo aquí, pero no es lo que me mueve. Estuve 17 ó 18 temporadas en el Mundial y fui un par de veces subcampeón de mundo, así que algo pude ahorrar. Además, tengo otras cosas que me funcionan, como una cadena de restaurantes japoneses que estoy montando. Se llama Do & Go y ya hemos abierto dos en Valencia, con la esperanza de crecer. También quiero traer a Estados Unidos un concepto de bar español. Y tengo cinco centros de estética con una de mis hermanas y alguna cosa más que no me hace venir aquí a correr por necesidad. Desde que tenía cuatro años quería correr en moto y lo sigo haciendo. Cuando no lo he hecho, no he sido feliz, y por falta de formación he cometido errores que he ido pagando, como debía de ser. He aprendido las lecciones y la vida siempre te da otra oportunidad y estoy muy contento aquí".

Para terminar, había que preguntarle por la moto del Mundial de SSP que desapareció hace tres años en el circuito de Alcañiz. Se habló mucho de aquella historia, que aclara en AS: "Apareció a la siguiente carrera. Esa carrera no se podía correr con ella porque el motor estaba pasado de kilómetros y era peligroso. Lo curioso es que a la siguiente carrera apareció la moto en el mismo equipo, con otro piloto que ponía dinero por correr. Entiendo que la moto la secuestró el propietario del equipo y que la volvió a sacar cuando encontró un piloto que puso cinco o seis mil euros por correr. Fue algo muy feo, porque jugó con el sueño y el esfuerzo de los demás. Además, se nos hizo una investigación como del FBI en los meses posteriores, investigando nuestros teléfonos y con declaraciones, pero no se pudo encontrar nada porque había sido el propio equipo el causante de todo. Vaya historia".