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MOTOGP | AUSTIN | ENTREVISTA (PARTE 1)

Aleix: "No tengo ninguna gana de que mis hijos sean pilotos"

Primera entrega de la entrevista con el de Aprilia: "Me preocupan las tres muertes recientes, pero también la dinámica de las copas de promoción".

Austin
Aleix Espargaró.
motogp.com

Entrevista en profundidad con Aleix Espargaró para AS en el paddock de Austin, donde este fin de semana se disputa el GP de Las Américas. El piloto de Aprilia toca todos los palos posibles y, como en él es costumbre, lo hace sin pelos en la lengua, y con absoluta sinceridad. La charla con el de Granollers es tan buena que da para dos entregas. He aquí la primera.

—¿Qué sabe de Maverick? ¿Qué tal se encuentra tras la pérdida de su primo Dean Berta, de sólo 15 años, en la carrera de SSP300 del sábado pasado en Jerez?

—Maverick es bastante frío, pero yo tenía claro que esto le pesaría por dentro, porque estaban muy unidos. Hablé con él cuando Massimo (Rivola, director de Aprilia) me dijo que se iba para casa. Me dijo que se sentía muy solo aquí. Se había ido al aeropuerto de Houston y le dije que le iba a buscar y que se quedara conmigo en la habitación, pero me dijo que no, que no se podía sacar a su familia de la cabeza, que prefería irse. Me dijo que podía correr perfectamente, pero que no iba a estar concentrado, que no iba a estar para lo que toca y que nos jugamos mucho.

—¿Cambia algo estar solo en el box? Lo ha estado ya otras veces...

—(Sonríe). Es justo lo que me dijo Massimo, que no será la primera vez que esté solo en el box. Es una situación un poco delicada la de ahora y creo que han hecho bien en no sustituirle y respetarle como han hecho.

—Llevamos una racha muy negra con tres muertes en cuatro meses. ¿Qué haría para cambiar esto?

—Pues muchas cosas.

—Expláyese.

—Aquí me quiero reunir con Carmelo y Carlos Ezpeleta, aparte de la Comisión de Seguridad, para dar mi punto de vista. A mí lo que me preocupa no son las tres muertes recientes que ha habido, que también, sino la dinámica por la que están yendo las copas de promoción. Lo fácil es decir ahora que subimos la edad. Vale, perfecto, se hace, pero no es lo único que hay que hacer. Estas motos tienen tan poquito par, tan poca potencia y funcionan tan bien, con tanto agarre, que todo el mundo va igual. No es capaz de marcar diferencias ni un Pedro Acosta, que es un talento brutal. No se va ni él. Sale un tío con un segundo menos de ritmo que él y se le pega y no se va. Hay que analizar y estudiar todo bien, pero el problema no es lo que ha pasado sino la dinámica por la que vamos. Eso es lo que me prepocupa.

—¿Intentaría evitar que cualquiera de sus dos hijos, Mía o Max, fueran pilotos de carreras de motos?

—No, no lo intentaría, es que lo voy a evitar al cien por cien y ellos no van a ser pilotos de carreras.

—¿Por qué?

—Porque yo ya lo he sufrido. Van a tener la libertad de hacer lo que quieran, pero yo no les voy a poner las herramientas para que lo sean, como mi padre me las puso a mí, algo que le agradezco porque he tenido una vida de ensueño. Yo ya he sufrido mucho durante mi carrera deportiva, he perdido a muchos compañeros y he tenido un doble peso encima, que ha sido el de mi hermano. Pol ha tenido muchas lesiones y he estado muchas veces en el hospital con él, pasándolo mal. No tengo ninguna gana de que sean pilotos y desde que nacieron les he ido inculcando esa idea y no les gustan mucho las motos, la verdad.

—¿Qué es más peligroso, el motociclismo de carreras o el ciclismo en carretera?

—El ciclismo también es peligroso porque no dependes de ti mismo. ¿Cuál es más peligroso? También habría que meter a las motos de carretera. Los veo a la par de peligrosos. Habría que analizar las tasas de mortalidad. Si hacemos la comparación sólo con las carreras de motos y de bicis, las de motos son más peligrosas.

—¿Qué le parecen las declaraciones iniciales de Fabrizio como culpando a Marc Márquez, por su estilo, de las últimas perdidas?

—Lo que entendí es que las entendimos mal todos. Cuando las leí, podías encabronarte y decir '¡pero qué dice este tío!, pero yo entendí lo que quería decir.

—¿Entendía el mensaje pero no la forma?

—Correcto. Fabrizio se patinó y se equivocó, y está bien si ha rectificado o matizado. No era ni el momento ni las formas de lo que dijo, pero yo entendí un poco el mensaje y es justo en relación a lo que he dicho antes, a la tendencia que va el motociclismo.

-Hablando ya de usted, ¿cómo lleva ser uno de los dos únicos pilotos de la parrilla que no ha sumado victoria alguna en GP?

-Es algo a lo que le doy importancia y me da rabia. Creo que lo voy a conseguir antes de terminar mi carrera deportiva. Está bien hacer podios, pero ganar es ganar. Y el reto es doble, porque ganar con Aprilia es mucho más difícil.

-¿Se puede ganar con la Aprilia en MotoGP?

-Sí, yo creo que sí.

-¿Cuánto ha evolucionado la Aprilia?

-Cuando llegamos, la moto era un cuatro, luego bajamos al tres y ahora es un seis y medio.

-¿Qué nota ha de tener una moto para poder ganar?

-Con un ocho ganas. Una moto diez ahora mismo es la Ducati, que es para ganar el Mundial. No estamos lejos. Nos falta muy poco de cada cosa. La moto es muy completa.

-El fichaje de Maverick por Aprilia es una jugada maestra por su parte. Si gana Mack, se apunta el tanto de haber contribuido a su fichaje por el bien de la fábrica. Y si el que gana es Aleix, es todo un número uno para la fábrica. ¿Cómo ve esta teoría mía?

-Sí, pero lo hice desinteresadamente y no es algo de ahora. Maverick y yo tenemos bastante amistad. Volamos juntos en avión desde hace tiempo y hace mucho que le decía yo: “Aprilia, Aprilia, Aprilia”. Se lo tomaba en broma, pero cuando la moto empezó a mejorar me fue preguntando por ella y yo le dije a Massimo que había que intentar convencerle para que se fuera de Yamaha en 2023. Cuando comenzaron sus problemas, le dije que creí que era el momento y me dijo que podíamos empezar a hablar. Y cuando se complicó todo, me dijo que le gustaría hablar con Massimo, que no estaba bien en Yamaha y que le gustaba nuestro proyecto. Luego pasó todo lo que pasó y se aceleró el fichaje. Yo he hecho con cariño y desinteresadamente que venga a Aprilia, pero va a tener difícil ganarme. Pienso que, hasta que no me retire, no me va a ganar, pero creo que es un pilotazo, con un talento enorme y mucho más joven que yo. Cuando yo me retire, seguro que Aprilia está en buenas manos con él y eso para mí era muy importante. Aprilia ha dependido de mí mucho los últimos cinco o seis años, pero yo no voy a correr muchísimos años más.

-¿Cuántos calcula?

-El año que viene es mi último año de contrato y pudiera ser que fuera el último, por qué no.

-¿Con lo bien que está ahora no aspira a más años?

-Me gustaría quizás correr un año o dos más. Igual que antes no sabía cuándo pararía por lo mal que lo estaba pasando, también hay que saber cuándo parar. Ahora me estoy divirtiendo mucho con la moto y el año que viene será la bomba, seguro. No sería un problema irme. Tengo ganas de hacer otras cosas, como estar con mi familia.

-¿Y ser ciclista profesional?

-¿Por qué no? Sigue estando como objetivo. Cada año voy mejor con la bici y me gustaría intentarlo con el ciclismo. Es más fácil que renueve ahora que otras veces, que está yendo todo bien, pero si acabara ya me iría con la cabeza bien alta.