El espía 44 vigila la Honda de los hermanos Márquez en MotoGP
Pol Espargaró, que finalizó tercero en Francia, protagonizó la anécdota de la prueba francesa al ponerse a observar detenidamente la RC213V de Álex.
Resulta una obviedad decir que el Mundial de MotoGP 2020 está siendo diferente. La reconfiguración del calendario por la pandemia de la COVID-19, la grave lesión de Marc Márquez, la salida de Andrea Dovizioso de Ducati o el fichaje de Pol Espargaró por HRC son algunas de las noticias más destacadas que se han producido en esta atípica temporada.
Precisamente, Pol ha sido uno de los protagonistas del GP de Francia 2020. El catalán, que el pasado miércoles se subió por primera vez a una Honda Firblade en el test de Portimao 2020 dejando para el recuerdo la imagen de una persona de su confianza yendo en plena sesión a una gasolinera para conseguirle combustible y poder terminar la jornada, volvió a representar en Le Mans una curiosa escena con una moto de la fábrica del ala dorada.
Ataviado con su mascarilla, una gorra de Michelin y un bote de Red Bull, el piloto de KTM no dudo en ponerse incluso en cuclillas para analizar en profundidad la parte delantera de la RC213V de Álex Márquez que estaba aparcada en el parque cerrado del trazado francés, algo que no pasó desapercibido y fue objeto de pregunta en la rueda de prensa posterior a la prueba en el departamento de Sarthe.
"El neumático delantero. Se me ha quedado esta espina de no haber montando el neumático medio, porque hemos estado a punto en la parrilla, nos ha faltado nada, el neumático estaba a punto antes de salir del box, y quería ver la degradación que tenía Álex en ese neumático. Se me ha quedado eso de haber tomado otra decisión y haber conseguido algo más, pero estamos aquí y no habernos caído ya es algo muy bueno", respondió entre risas el español. Una coyuntura bastante habitual en la Fórmula 1 que veremos si se pone de moda en la máxima categoría del motociclismo.