El tirano sin oposición de la F1
Hamilton tiene 30 puntos de ventaja después de cuatro carreras. Sólo Bottas puede complicarle el séptimo Mundial. Su esperada renovación está más cerca.
"¿Me estás preguntando si puede alguien disputarle el título a Lewis Hamilton esta temporada? No", dijo Max Verstappen. Y Charles Leclerc añadió: "Quizás Bottas. Pero es lo que hay". El seis veces campeón del mundo va directo a por el séptimo Mundial, el que le equipararía a Michael Schumacher. Su Mercedes W11 puede ser el coche más dominante de la historia de la Fórmula 1, pero tampoco es una sorpresa porque su hermano mayor, el W10, ya ganó las ocho primeras carreras del año pasado. ¿Se puede hacer algo contra el binomio Hamilton-Mercedes? Si Mad Max dice que no, es que no.
Suma tres victorias en cuatro carreras y 88 puntos en la clasificación general. No es la mayor renta a estas alturas del campeonato; Vettel y el propio Lewis obtuvieron 93 puntos en 2011 y 2015, respectivamente; y Nico Rosberg hizo pleno con 100 puntos en 2016. Lo preocupante en esta ocasión es la diferencia con respecto al segundo: tiene 30 puntos más que Valtteri Bottas, su compañero de equipo y fiel escudero. Y precisamente ese cariz de segundón es el que juega en contra del finlandés: Rosberg demostró que para ganar al británico hay que sacarle de quicio y caldear el ambiente en el garaje, pero eso Bottas no lo puede hacer, porque mientras rivaliza por el Mundial tiene que ganarse, año a año, su contrato, bien pagado (unos 12 millones de euros) con la escudería alemana.
"Esto no me lo puedo permitir, definitivamente tengo que maximizar cada oportunidad y espero que no haya más fines de semana de mala suerte. Pero depende de mí, tengo que estar en la pole y ganar todas las carreras, eso es lo que hay que hacer", dice el finlandés, de 30 años. Esta semana, de nuevo en Silverstone, tiene la oportunidad de iniciar la remontada con el GP del 70º Aniversario. Mientras tanto, Lewis se acerca peligrosamente, con 87 triunfos, al récord de victorias del Kaiser, 91. Parece inevitable que lo alcance también en 2020, y eso que ya es el piloto con más poles (91, por las 68 de Senna) de la historia del Mundial.
La renovación, más cerca
Hamilton, de 35 años, afirmó en Silverstone que se ve corriendo en la Fórmula 1 “al menos tres años más”, mientras se encuentre físicamente a su mejor nivel. Una declaración que pone fin a los rumores habituales sobre su continuidad en el campeonato. Tiene intereses fuera, es un activista de diferentes causas sociales (antirracismo, ecología, veganismo) e incluso ha metido la cabeza en la industria musical (confesó que ha colaborado, con su voz, con la cantante Christina Aguilera). Da la impresión de que en cualquier momento, sin aviso, puede pegar la espantada. Pero ahora es Toto Wolff, director de la escudería, quien confirma que "aún no" se han sentado a hablar, pero lo harán "pronto". Y que "el contrato apenas ha variado en los últimos años, son simplemente términos comerciales". Hamilton correrá en Mercedes hasta que él quiera, previsiblemente tres temporadas más.
El Gran Circo permanece hasta el domingo en Silverstone, donde se celebrará el GP del 70º Aniversario. No cesó la actividad en el circuito de Towcester durante los últimos días: Ferrari realizó un breve test encuadrado como filming day en el que pudieron completar hasta 100 kilómetros. El fin oficial era publicitario, aunque pudieron aprovechar para recoger y contrastar datos.
Además, los representantes de Racing Point, Mercedes y Renault se vieron ayer con los comisarios de la FIA y se espera una resolución sobre la investigación a los coches rosas en los próximos días. En cuanto a Sergio Pérez, se realizará un test de Covid-19 hoy y, en caso de negativo, espera recibir permiso para reincorporarse a su trabajo y correr. Si no fuera posible, le sustituye, ahora sí, Hulkenberg.