Extreme E, a por el coronavirus con un respirador 100% español
El campeonato de SUV eléctricos de Agag junto con QEV, equipo español, y la planta de Nissan en Barcelona crean el Q-Vent para los países más necesitados.
"Todos en todo el mundo se preguntan actualmente: ¿qué habilidades podemos aportar a la lucha contra el coronavirus?". Alejandro Agag también se hizo esa pregunta, y ha encontrado una rápida contestación gracias a la colaboración de QEV Technologies, empresa española que formará uno de los equipos de Extreme E, y Nissan. Juntos están fabricando el Q-Vent, un respirador portátil que distribuirán en los países más necesitados que se están viendo, o se verán, golpeados con fuerza por la pandemia.
¿Y dónde fabrican estos dispositivos? En España, concretamente en la planta que Nissan tiene en Zona Franca (Barcelona), donde pasarán de fabricar motores y cajas de cambio a unos 180 respiradores al día cuando comiencen la producción esta misma semana. Una idea 100% española puesto que su diseñado se ha desarrollado en conjunto con el Hospital de Sant Pau y el centro de tecnología Eurecat, y además ha recibido el visto bueno de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios con "excelentes resultados".
"Nuestros socios han encontrado una manera increíble de dirigir y utilizar su experiencia para ayudar a marcar la diferencia para aquellos que tienen una necesidad urgente en todo el mundo. Nuestro campeonato de Extreme E visitará varios países amenazados que sufren escasez de respiradores convencionales, y centraremos toda nuestra atención en la distribución de este dispositivo a esos países", asegura Agag en el comunicado en el que se anuncia dicho proyecto.
Miguel Valldecabres, CEO de QEV Technologies, explica como han querido asumir "el desafío de desarrollar un sistema portátil de bajo coste que pudiera llegar a todos los rincones del mundo, especialmente a aquellos países necesitados donde el COVID-19 causaría un gran daño y donde la mayoría de pacientes no tendrían acceso a respiradores". Para empezar, las primeras 20 unidades serán donadas a la sanidad catalana para ayudar con los estudios clínicos y poder optimizar así el producto antes de hacérselo llegar a los lugares más vulnerables.