Un piloto en el limbo
Iannone lleva sin licencia desde el 17-D y aún espera la resolución del CDI de la FIM por su presunto dopaje, pero todo está detenido por el coronavirus.
MotoGP ha entrado de lleno en ‘La divina comedia’ de Dante por la pandemia del coronavirus. Mientras Dorna está inmerso en el infierno de cuadrar el calendario y Jack Miller califica de “purgatorio” el confinamiento... Andrea Iannone vive en el limbo. El italiano de Aprilia, que tiene retirada la licencia para correr desde el 17 de diciembre por dar positivo en un control en el GP de Malasia, espera, y desespera, la decisión del CDI (corte disciplinaria interdisciplinal) de la FIM al recurso presentado por sus abogados.
El italiano de Aprilia, cuyo contraanálisis reiteraba la presencia de drostanalona en sangre, basa su defensa en una muestra capilar que demostraría la inexistencia de esteroides y anabolizantes, lo que reforzaría como principal tesis que el positivo fue a causa de una contaminación alimentarea. Más allá de argumentos legales, la situación de Iannone es extraña porque si en un primer momento la aparición del coronavirus parecía favorecer sus intereses al retrasarse el inicio de MotoGP... ahora no está tan claro.
Con una resolución, favorable o no, el tiempo ya habría empezado a correr. Sin embargo, la irrupción de la pandemia ha retrasado todo y 106 días después de empezar el proceso todo sigue casi igual. El CDI tiene 45 días para resolver, aunque lo habitual son entre 8 y 10, y podría dar notificación con mayo ya iniciado. Eso retrasaría aún más el posible reurso al TAS de Iannone... y más teniendo en cuenta que la propia web oficial del tribunal de arbitraje ha pospuesto las resoluciones de los casos que tiene abiertos hasta mayo, con lo que todo lo que venga por detrás ampliará aún más los plazos para resolver.
Mientras Iannone sigue en ese limbo, MotoGP está detenida. “Tal vez la emergencia termine en Italia porque comenzó antes, pero luego sigue en España, Francia, Inglaterra, EE UU... y en todos los países donde corremos. Quizá se podrían eliminar las carreras fuera de Europa...”, decía el italiano de 30 años en un directo de ‘Instagram’ con Max Biaggi, donde contó cómo vive él su propio confinamiento: “En Lugano todo está detenido. La gente está en casa, guardando las normas con el mayor respeto. Puedes salir a entrenar, pero hay que cumplir las reglas. Yo estoy en mi taller todo el día. He montado cuatro karts; de hecho, también desmonté uno y lo volví a montar porque no sabía qué hacer. Me levanto bastante tarde, almuerzo con mi madre y luego voy al taller. Paso ahí todo el día, hasta la noche, haciendo ejercicio, viendo series, jugando con la consola en línea...”.
Metidos en materia propia de las dos ruedas, ‘The Maniac’ desveló quién era su ídolo, la decisión de la que más se arrepiente en su carrera deportiva y su negativa inicial a correr el campeonato de motos derivadas de fábrica: "Tenía 7 años cuando Rossi ganó el primer Mundial de 125 y me fascinó. 'Vale' era el chico que después de las carreras hacía bromas, te hacía reír. Algo del pasado sería no haber dejado Ducati... aunque ahora me está yendo bien en Aprilia. Sobre las Superbike, de momento no pienso en ello aunque nunca puedes decir nunca".