"En tres años en F1 no sonreí, tardé dos más en tener otra vez una mentalidad normal"
Vergne, bicampeón de FE, recuerda en la web oficial del certamen eléctrico cómo fue su experiencia en el 'Gran Circo': "Cuando lo dejé no tenía dinero".
Llegó a Toro Rosso en 2012 como subcampeón de las World Series, tras Robert Wickens, y la vitola de ser una de las grandes perlas de la cantera de Red Bull. Le prometieron un camino de rosas y un futuro casi asegurado en la escudería principal de los austriacos, pero tres años después todo acabó de manera abrupta. "Recuerdo que fue en verano, estaba con mi familia, y recibí una llamada en la que directamente me dijeron adiós. Fue como una bomba que cayó sobre mí, todos mis sueños desaparecieron”, asegura Jean-Éric Vergne en el espacio 'access all areas: episode 2' de la web oficial de la Fórmula E.
El bicampeón del certamen eléctrico de la FIA no sólo salió del 'Gran Circo' por la puerta de atrás sino que le dejó tocado y se dio cuenta de lo que le había castigado. “Cuando era joven, tenía mucha energía, ganaba muchas carreras y campeonatos. Llegué a Toro Rosso en F1 y creo que se me subió a la cabeza. Pensaba que era el rey e iba a vencer a todos, y el primer año fue muy difícil y duro para mí. La gente me veía como una persona negativa, nunca feliz, que era la realidad, y me llevó demasiado tiempo comprender que debería sonreír mucho más, creo que durante tres años no lo hice. Me parece que la gente pensaba: 'el chico francés siempre está de mal humor'... lo cual era así", recuerda el piloto de Techeetah.
Malos momentos en su carrera... que también se reflejaban en su cuenta bancaria: "Cuando dejé la F1, no tenía dinero. Fui estúpido, no ganaba mucho pero sentí que era millonario y lo gasté todo. Creo que en realidad fue un buen momento para restablecer todo en mi vida. Me llevó al menos dos años volver a la normalidad. No diría vida normal, sino mentalidad normal. En mis primeros dos años de Fórmula E, tenía un estado de ánimo realmente negativo y creo que atrajo muchas cosas malas".
Su llegada al equipo Techeetah, tras su paso por Andretti y Virgin, supuso el gran cambio: los podios, las victorias y los dos títulos. “Aquí es cuando todo comenzó a estar bien conmigo otra vez. Perdí toda mi confianza, pero como nadie realmente esperaba nada de mí, estaba a punto de trabajar con el equipo realmente duro", finaliza el galo que ahora va 16º en la general a 34 puntos de Vandoorne y su Mercedes.