F1 I GP DE ESTADOS UNIDOS

Y Ferrari estalla contra las acusaciones de Verstappen

Binotto no consiente que se dude de la legalidad del motor de Maranello después de que Verstappen señale el bajón de rendimiento.

AustinActualizado a
FRANCOIS FLAMAND / DPPI / AFP7 /

Al margen del sexto de Hamilton, más que esperado en Austin, la polémica de la semana sobrevuela el garaje de Ferrari. Red Bull pidió a la FIA hace semanas una aclaración sobre el sistema que piensan que se usa en el motor italiano, un sensor que mide promedios del flujo de aceite en intervalos pero que no detectaría los 'fogonazos' en clasificación. El rector del automovilismo replicó que tal dispositivo sería ilegal, que eso no quiere decir que Maranello lo emplee, pero el bajón de rendimiento de los monoplazas de Vettel y Leclerc, especialmente a una vuelta y en recta, ha desatado sospechas y rumorología de 'paddock'. "Era increíble la diferencia en recta, estaban a la altura de los motores Renault", cuenta una fuente con acceso a los registros de GPS.

Las dudas son justificadas después de seis poles consecutivas interrumpidas de golpe, aunque las acusaciones directas parecen demasiado atrevidas. Por ahí fue Verstappen, que ante la televisión de su país comentó: "Es lo que pasa cuando dejas de hacer trampas". Ya en la rueda de prensa oficial había comentado: "No me sorprende con lo que ha salido, la hoja esa de papel, eso lo explica todo”. Mensajes que llegaron a oídos de Mattia Binotto, director de la escudería, y que han provocado una respuesta contundente: “Leí y escuché muchos comentarios este fin de semana sobre el impacto de una directiva de la FIA. También los he escuchado al final de la carrera y me siento muy decepcionado. El sábado estuvimos muy cerca de la pole, como en las últimas carreras, y ‘Seb’ (Vettel) pudo lograrla. Además Charles (Leclerc) se perdió el Libre 3, tuvo que volver a una especificación anterior del motor y también podía haber hecho la pole. No sé cuál es el problema. La velocidad en rectas no ha sido un problema así que esos comentarios no son buenos para el deporte, todos deberían ser más conscientes".

Menos edulcorante utilizó Leclerc: "Creo que es una broma, él no está en el equipo y no sabe nada de nosotros. No sé por qué habla". El enfado fue importante en la casa del ‘cavallino rampante’, porque el propio Binotto argumenta que "aún no se han mirado la directiva en detalle" y que “no se ha cambiado absolutamente nada” del motor por esa aclaración de la FIA. Además, aporta un razonamiento técnico: "Es cierto que no ganamos en las rectas tanto como en las últimas carreras, pero es igualmente cierto que hemos alcanzado a nuestros rivales en algunas curvas, al menos en clasificación. Se ha modificado el balance dentro de unas pruebas, por nuestra parte, para intentar mejorar nuestro paso por curva. Tan simple como eso, nos sirvió en la clasificación pero debemos analizar la carrera".

La caída de prestaciones de los SF90 fue palpable, con Leclerc a 50 segundos de la cabeza cuando hace unas semanas luchaban por dobletes. Pero el monegasco señala a causas mecánicas: "No sé por qué sufrimos tanto, pero no hay razones por las que eso deba continuar fuera de Austin. Me faltaba todo, no tenía agarre y nunca sentí que los neumáticos estuvieran trabajando, iba deslizándome". Que Ferrari haya dejado de tener la máxima velocidad punta este fin de semana (superados por Honda o Renault) es anecdótico según el argumentario del equipo. La rumorología seguirá sobre el equipo que resurgió de golpe tras el parón de verano, pero que sigue a un mundo de Mercedes y Hamilton, y eso que se ha hablado meses, incluso años, de la teórica quema de aceite como combustible o la entrega de potencia de la doble batería. Y a pesar de todo, aún quedan capítulos de este debate reglamentario.

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