Sainz golpea de nuevo y Alonso vuelve a acumular kilómetros
Un buen ritmo sumado a los problemas de Al Attiyah y Peterhansel, dan la victoria al madrileño, que se mete en la lucha por el rally. El asturiano, séptimo a 27 minutos.
Trabajos que concluyeron cuando la noche ya había caído en el vivac de Aoufous, y un objetivo prioritario: dejar el Toyota 314 como si no le hubiera pasado nada. Lo consiguieron, claro, y se llevaron el reconocimiento público del piloto por el que tuvieron que hacer trabajo extra, un Alonso que pudo tomar la salida de la cuarta etapa del Rally de Marruecos tras no concluir la anterior por los daños que le provocó esa "gran zanja" que no estaba en el 'roadbook'. Nada importan las 70 horas de sanción que acumuló por ello, solo los kilómetros y la experiencia.
Sabíamos que el asturiano seguiría en la competición, pero faltaba por ver el peaje que iba a pagar. Lo dictamina el reglamento de Mundial de Cross-Country de la FIA: "Un coche que se retira durante un tramo cronometrado después de haber validado el primer punto de control, alcanzando o no el final de esa sección antes de su cierre, recibirá una penalización fija de 70 horas". Y así se lo aplicaron a Fernando, que usó la carta que pueden jugar los coches élite, los de categoría FIA, para reposicionarse en la salida y evitar a otros más lentos.
Ten Brinke, el otro Hilux que corrió la misma suerte, hizo un camino idéntico para volver a la competición. Y, ¿cómo le fue entonces a Alonso? Al principio, no del todo bien porque cedía con los favoritos en cada paso hasta llegar a la media hora, pero paró la sangría e incluso recuperó algo al ceder 27 minutos. Lo importante, una vez más, eran los kilómetros, aunque no pudo hacer todos los previstos porque la cuarta etapa se recortó por problemas con los helicópteros que tienen que vigilar la caravana de participantes y los 408 de especial se quedaron en 311.
Otra jornada que no se pudo hacer al completo y en la que volvió a sonreír como el piloto más rápido, por segundo día consecutivo, Sainz. Y esta vez, su victoria no la decidió un GPS fallido, sino un ritmo constante y los problemas que atacaron a sus dos principales rivales: Al Attiyah y Peterhansel. Qatarí y francés estaban entre los mejores en cada parcial. En el quinto, estaban separados por tres minutos, pero Nasser no llegaría al sexto por un problema técnico que le dejó tirado en el km. 205 y Peterhansel volcó poco antes de ver la meta.
De esta forma, Sainz, que seguía de cerca esa lucha entre los dos contendientes al Mundial de Cross-Country de la FIA, se plantó al final de la especial en poco más de tres horas y media, un registro imbatible con el que se mete de lleno en la disputa por el Rally de Marruecos. Y es que ahora es segundo en la general a solo cinco minutos de De Villiers, el nuevo líder que perdió ocho con el español de Mini. Mención especial a Nani Roma y su cuarto puesto a 10 minutos de Sainz en la que fue su mejor etapa.
Victoria de Gonçalves y Quintanilla asciende al liderato
Desde que acabase como líder el segundo día, las cosas no le salen a Barreda. El lunes porque se dejó casi 21 minutos con Price, vencedor de la etapa, y hoy martes porque vio como se le escapaba el triunfo en el último tramo de la jornada. En el paso anterior a la meta lideraba la etapa por un minuto de ventaja sobre el estadounidense Short, pero se le fue demasiado tiempo en los kilómetros finales y acabó perdiendo casi ocho minutos con el portugués Gonçalves, quien finalmente fue el ganador del cuarto día.
Así, Barreda se tuvo que conformar con acabar noveno y mejor español, porque Laia Sanz lo hizo 19ª a 24 minutos y Santolino tuvo problemas en la última parte de la etapa. A pesar de ser el triunfador del día, Gonçalves estaba demasiado lejos de los mejores en la general como para asaltar el liderato, ese que cayó en manos del chileno Quintanilla después de que Price, quien estaba al frente de la categoría FIM, tuviese un mal día y él acabase cuarto cediendo cuatro minutos con el portugués. Brabec y Short acabaron entre ambos.