F1 | JAPÓN

El misterio del 'otro' Red Bull

Ni Gasly ni Albon se han acercado al rendimiento de Verstappen a lo largo de 2019. Pilotos poco preparados, un talento holandés y un contrato con cláusulas han tenido algo que ver.

Clive Mason

La anécdota es que desde que Verstappen y Albon son compañeros, el tailandés suma más puntos que el holandés, 36 por 31. ‘Mad Max’ se accidentó en Bélgica e Italia y apenas sacó cuatro puntos de Monza antes de volver al podio en Singapur y al cuarto puesto en Rusia, mientras Alex acumuló dos quintos y dos sextos en las cuatro carreras de septiembre. Balance digno para el joven de 23 años que volvió a la F1 de rebote (había firmado con Nissan para la Fórmula E cuando le llamó Toro Rosso) y subió a Red Bull en circunstancias similares. Sólo un pésimo final de temporada le impediría empezar la temporada 2020 con el primer equipo, pero en casa de Helmut Marko nunca se sabe.

Porque el segundo Red Bull es una fuente de quebraderos de cabeza para la fábrica de Milton Keynes desde que perdieron a Ricciardo hace ahora un año. Entonces escogieron a Gasly por delante de Sainz, luego se arrepintieron y bajaron al francés a Toro Rosso porque sus números frente a Verstappen (o frente al propio Sainz con McLaren) eran insostenibles. Y aunque Albon cumple, no brilla: destrozó un chasis en la Q1 de Sochi innecesariamente, y Max ha ganado las clasificaciones que ha disputado a sus compañeros en todos los grandes premios de 2019. En carrera sólo ha cedido cuando ha habido accidentes de por medio (Silverstone, Spa y Monza). Son estadísticas que, sumando sábados y domingos, no se dan en ninguna otra escudería.

¿Por qué? El talento de Verstappen está fuera de duda pero no es verosímil que sus vecinos de garaje no hayan tenido una décima extra a una vuelta en ningún circuito, quizás por la falta de experiencia. Su ventaja media sobre Albon es de 1,1 segundos en las clasificaciones, y de Gasly se despidió a un promedio de 0,3 segundos de margen cada sábado. Demasiado en ambos casos: el RB15 tiene una aerodinámica muy pareja a la de Mercedes, sólo cede en circuitos de pura potencia por la diferencia entre Honda y los dos motores ‘top’. Cuenta con un buen chasis, aunque no siempre haya ido fino, pero no es un coche difícil de pilotar ni acusa excesivo sobreviraje, como por ejemplo el Ferrari.

Por el ‘paddock’ se habla de las estipulaciones del contrato del líder. Se dice que, por ejemplo, no puede ser perjudicado por la estrategia de su compañero en ninguna circunstancia, debe ser piloto prioritario aunque ruede fuera de los puntos. Él es el líder de la escuadra, no cabe duda, y la gran apuesta de futuro. Pero eso tampoco justifica el pobre rendimiento de Gasly y Albon durante el global de los fines de semana, siempre a contrapié y detrás de los dos Mercedes y Ferrari, incapaces de acercarse a los podios mientras Max lucha por victorias. Al francés le faltó confianza después de sufrir dos accidentes en los test de pretemporada y Albon es ‘rookie’.

Marko y Horner quieren a dos pilotos sólidos para 2020 porque sólo eso les permitirá luchar por el título de constructores: ahora están terceros a 98 puntos del segundo, Ferrari, cuando las prestaciones de ambos coches en la pista no han sido tan diferentes. Necesitarán buenos números también para retener a Verstappen de 2021 en adelante, pues su padre ya desliza peticiones en la prensa holandesa en forma de rendimiento. Con Hulkenberg en la recámara como opción externa al programa de pilotos, por ahora Albon es favorito para continuar en Red Bull, Kvyat y Gasly se quedan en los Toro Rosso. Por la trastienda del Mundial también se escucha otro comentario con sorna: que lo ideal para el equipo energético, vistas sus prioridades, sería contar con "un Red Bull y tres Toro Rosso".

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