Kubica: "Ojalá el peor recuerdo de mi vida fuese Canadá 2007"
El polaco, en horas bajas con un Williams muy pobre, regresa a la pista en la que fue capaz de lo mejor (su victoria en 2008) y de lo peor (un grave accidente un año antes).
Hace pocos días empezó a circular por las redes sociales la historia de que Robert Kubica olvidó descorchar su botella de champán cuando ganó en Canadá 2008. Alfa Romeo publicó una foto con aquel ejemplar en una vitrina, impoluto y sin abrir, que obviamente no es el original porque como sentencia el polaco, "el que se ha inventado esa historia no estuvo aquí en 2008". No le gusta hacer memoria al piloto, de 34 años, pero en Montreal ha sido protagonista. De lo mejor, su única victoria: "Es cierto que, más que emocionalmente, siempre me ha gustado venir aquí y el pilotaje es divertido. Ese año sabía que podía hacerlo bien con el coche que tenía, que debía estar en la pelea, quizás no para ganar porque McLaren y Lewis tenían más velocidad. Pero han pasado muchos años, la F1 ha cambiado".
Y de lo peor, su gravísimo accidente de 2007: "Ojalá mi accidente en Canadá 2007 fuese el peor recuerdo de mi vida, pero no lo es (se ríe, aludiendo al incidente en un rally italiano en el que pudo perder la vida)". Prefiere no hablar del pasado porque no es un piloto de otra época, está en la parrilla por derecho propio con el tercer grande de la F1, Williams. Pero deportivamente, su temporada no podía ser peor: siempre cerrando el pelotón, a un mundo de la zona media y superado por su compañero, George Russell, en todas las clasificaciones y carreras. Él incidió en que su coche y el del británico no son iguales. En cualquier caso, tampoco ayuda que este viernes se pierda los entrenamientos libres para dejar su sitio al probador canadiense Latifi, que está destacando en F2.
"Espero que vaya bien en el segundo libre, porque necesitaré recuperar esas vueltas. Aquí es cierto que no hay muchas curvas (y eso mitiga las pérdidas de Williams), pero tampoco somos ahora los reyes en las rectas. Espero estar equivocado, pero no creo que estemos muy cerca de los demás", asegura Kubica, un héroe de la F1 que regresó contra todo pronóstico, con la movilidad de su brazo derecho seriamente afectada, pero en horas bajas. No volvió para cerrar la parrilla, y ante la falta de resultados, quizás parezca más bien una vieja gloria en este ‘paddock’. Pero, ya avisaba, no le gusta hablar del pasado. "Llevo doce años respondiendo cómo fue aquel accidente en 2007, está en Google", cierra sonriente.