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MOTOGP

Lorenzo empeora junto a Honda su complicado inicio en Ducati

El balear, que a estas alturas de la temporada sumaba 30 puntos junto a los italianos, sólo ha logrado anotar 11 a los mandos de la RC213V.

El balear acumula peores resultados que junto a los italianos.

Decepción, tristeza y preocupación. Jorge Lorenzo sólo necesitó tres palabras tras la cita en Jerez para resumir cómo ha iniciado su andadura en casa de los japoneses. El sueño de Honda, penúltima oportunidad de su carrera deportiva, empieza a repetir el aspecto de una pesadilla que le acompañó en su primer curso junto a Ducati y de la que tardó un año en despertar. "Es duro volver a la misma situación que viví hace un par de años", no ser competitivo es la peor sensación que puede acumular un campeón bajo la piel y el balear lucha contra viejos fantasmas que fueron más benévolos en su llegada a Bolonia.

Los resultados no estaban a la altura de la apuesta que hicieron desde Borgo Panigale para volver a conquistar el Mundial pero en Jerez, con su tercera posición, el 99 dejó en segundo plano un comienzo plagado de problemas que se están acentuando todavía más al manillar de la Honda. La novena plaza que logró en Austin 2017, dejando a un lado el podio en España, fue el mejor desenlace de Lorenzo tras las cuatro primeras carreras del curso y sin embargo, junto a los japoneses, ese puesto ni siquiera logró alcanzarlo en esa cita que pudo y debería haber sido su salvavidas. Un triste duodécimo y la sensación de no entender el porqué de su mal rendimiento, fueron el bagaje que dejó el balear en el trazado andaluz.

No había excusas, la otra Honda dominaba la tabla y al contrario, él fue la peor montura de los japoneses en ese gran premio donde siempre se ha reencontrado con su mejor versión. Su adaptación a la RC213V, que es posiblemente la moto más completa de la parrilla y también con la que sueña cualquier campeón como lo hizo el propio Jorge cuando llamó a su puerta, está siendo un lastre con el que quieren acabar desde las altas esferas del equipo. Y en la fábrica ya han empezado a trabajar para solucionarlo. "Hemos traído varias cosas sólo para él (en los test de Jerez). Tiene algunos puntos para mejorar y en otros ya lo ha hecho, creo que va a ir bien en las próximas carreras", aseguró su presidente.

Honda confía en él, pero no hay nadie que lo haga con más fuerza que el propio piloto y ahora, llega a otro de esos circuitos marcados en rojo en su calendario. Con cinco victorias, Lorenzo es quien más triunfos acumula de la actual parrilla de la clase reina en el legendario trazado francés. Pese a que lejos quedan esos momentos junto a Yamaha donde no había nada ni nadie más que él y su montura, la gloria hecha trazada, Le Mans "es un buen circuito para tener un buen resultado". Lo necesita. Y lo conseguirá: "Todos los que han seguido mi trayectoria saben que soy tozudo y hasta que no llego a mi objetivo no paro".

Tiene mucho trabajo por delante. Los resultados le sitúan como un debutante más en busca de su hueco en la categoría, Jorge llega a Francia rodando en posición de 'rookie' con Quartararo por delante de él en la tabla y Bagnaia, Mir y Oliveira a su estela, pero las apariencias engañan. Cierto es que adaptarse a la Honda está siendo más complicado que a la Ducati, "los números lo dicen todo" y en su primer año con los italianos sumó 30 puntos tras las cuatro primeras pruebas por los 11 que acumula ahora, pero él ya encontró su hueco y lo hizo muy lejos de esa decimocuarta posición que ocupa en estos momentos. Cuando la lucha junto a la Ducati llegó a su fin Jorge volvió a sacar la mejor versión de la Desmosedici… y de ese piloto campeón que también esperan en Honda.