El salto de rendimiento de McLaren tiene un interrogante
La fiabilidad ha castigado al MCL34, aunque Norris ya ha liderado la zona media en el primer circuito convencional del calendario 2019.
Dijo Fernando Alonso en la parrilla de Bahréin que no le merecía la pena otro año en Fórmula 1 "para ser noveno o décimo”, pero Carlos Sainz luchaba por la quinta posición cuando se produjo el incidente con Verstappen y Lando Norris acabó la carrera sexto, todo a pesar de una mala salida, adelantando con ritmo en la pista a coches que se presuponían superiores como el Red Bull de Gasly, el Renault de Ricciardo o el Alfa Romeo de Raikkonen. Es el mejor resultado de un McLaren desde Australia 2018, cuando el piloto asturiano acabó quinto y por delante de Verstappen, aunque en aquella ocasión era un circuito donde es muy complicado adelantar.
"Queda mucho trabajo por delante, pero dejamos Bahréin con un resultado alentador", dijo Gil de Ferran, que también auguraba "un ritmo muy fuerte de Sainz" mientras estuvo en la pista. Las perspectivas en McLaren después de las dos primeras carreras del año son buenas, ya han liderado la zona media en Sakhir y en clasificación se han metido tres veces en la Q3 en sólo dos grandes premios.
Para empezar, el MCL34 no es un coche que deba descartar los circuitos de altas velocidades y largas rectas, como sucedía con sus antecesores. "En comparación con el año anterior, creo que tenemos un buen coche de carreras que debemos mejorar en clasificación. Pero estará más o menos ahí. Quizás este año dependemos menos de las rectas, en ese sentido será un año un poco nuevo porque no iremos a Canadá, Spa o Monza diciendo que el fin de semana está perdido, ahora tendremos opciones de puntuar", opina al respecto Sainz.
Pero no todo es perfecto en el box naranja, ni mucho menos. La fiabilidad del motor Renault sigue en duda después de la rotura del MGU-K de Carlos en Australia y los problemas del equipo oficial que forzaron los abandonos de Ricciardo y Hulkenberg antes del final de la carrera de Bahréin. El salto de prestaciones de la unidad de potencia es evidente, tanto como su fragilidad, porque en pretemporada dio problemas el turbo y su relación con los escapes. Aunque no toda la culpa es de Renault: la caja de cambios ha sido otro dolor de cabeza en el coche del madrileño y esa pieza se fabrica en Woking.
A su favor, que por prestaciones están delante de Alfa Romeo, Renault, Toro Rosso y al menos un Red Bull, si Gasly no se esmera, además de Racing Point y Williams. Y a la par que Haas, quizás algo por detrás en clasificación, porque el motor del Ferrari ha desarrollado una potencia inédita en la F1 híbrida de la que se beneficia también el equipo norteamericano. Y aunque hay mucho trabajo por delante en cuando a fiabilidad (para eso servirán también los test en Bahréin con Sainz, Norris y Alonso en la pista), visto lo visto, sólo Mercedes se ha librado por ahora de las averías inesperadas.