AUTOMOVILISMO | LA INTRAHISTORIA
Ana Barreras persigue en Navidad su sueño de correr
Hija de Guillermo, campeón de España de rallys en 1985, reparte ilusión en el centro de Madrid para intentar repetir su participación en la Copa Aygo de circuitos.
Callao, en pleno centro de Madrid, con sus luces de colores y miles de almas deambulando al son de la Navidad, se ha sorprendido con un nuevo elemento en su variopinto decorado. En medio del bullicio ha emergido una chica vestida con su mono ignífugo de competición repartiendo ilusión…la ilusión que a ella le mueve para seguir compitiendo.
Se llama Ana Barreras, y es hija de Guillermo, el que fuera campeón de España de rallys de tierra en 1985, y uno de los pilotos más carismáticos de los 80 y 90 en nuestro país, y de Ana Barbero, que también ha competido en diversas facetas de copiloto y piloto. Con ese ADN, Anita no podía dejar de probar suerte en el automovilismo. Tras alguna participación esporádica, con podio en su debut en el Campeonato de España de Resistencia en Cheste, el pasado año corrió la Copa Aygo de circuitos.
Y ha sido tan fuerte la picadura del escorpión de la competición, que ahora sólo corre su veneno por sus venas. Quiere volver a competir, y ha tomado una vía diferente: compartir con la gente su sueño en Navidad. "Hace unos años sería impensable plantearme el presentarme en una de las calles más visitadas de Madrid, vestida de piloto y con la idea de contarle al mundo mi sueño", reconoce mientras reparte octavillas con mensajes y su cuenta de 'Instagram' (@anabarrerasbarbero) sacadas de su saco rojo. "¿Qué ha cambiado? Todo. En primer lugar he dejado a un lado el miedo al ridículo, al que dirán, y en segundo lugar, ahora tengo un sueño, una ilusión que me motiva día a día a superarme y sobre todo a ser más feliz".
"Estoy aquí por dos razones", explica. "La primera y más importante, animar a la gente a que busque su sueño, a que encuentre una razón que les levante cada día con ganas de vivir, con ganas de ser mejores y sobre todo que les llene de felicidad. Que no tengan miedo de lo que la gente pueda pensar de ellos. Es su sueño y deben protegerlo. Que cuando te entregas al completo a un proyecto, una pasión, un amor… tarde o temprano el universo te da lo que te mereces. Esta es la razón principal por la que estoy aquí, para demostrar que somos dueños de nuestras vidas y los responsables de escribir nuestra historia".
"La segunda razón es encontrar apoyo para correr la temporada 2019. Esta es la parte más complicada", asegura. "Quiero contar cómo correr me ha cambiado la vida y lo que he sentido viviendo esta experiencia. Hace dos años viví de cerca como espectadora lo que era un Campeonato de España de Rallys de Tierra, y desde ese día dije: quiero ser piloto, quiero ser yo la protagonista. Necesitaría un diccionario entero para poder expresar con exactitud lo que sentí. Sin embargo, fue el día que me convertí en piloto, en Cheste, cuando entendí que las carreras eran mucho más que correr, son una forma de vivir".
"Estar vinculada al mundo del automovilismo me produce tal satisfacción, adrenalina y superación personal, que renunciaría a todo lo material por no bajarme nunca de un coche de carreras. Es un sueño cumplido, y espero poder seguir haciéndolo muchos años más y llegar a ser campeona de la Copa Aygo. No se cuánto tiempo necesitaré…lo que tengo claro es que lo voy a conseguir", afirma con contundencia muy cerca de los Reyes Magos, que quizás han tomado nota.