Lorenzo: "Quiero saborear cada vuelta que dé con la Ducati"
"No tengo ni un 1% en la cabeza el martes (su estreno con la Honda), pero la tendré al 100% cuando llegue el momento", asegura.
Jorge Lorenzo está de vuelta. Reapareció sin éxito en Malasia y el dolor que aún sentía en su lesión de la muñeca izquierda hizo que cediera su puesto al probador de Ducati, Pirro. En Valencia asegura estar mejor para la cita que supone su despedida de la fábrica italiana antes de estrenarse con la Honda el martes, como nuevo compañero de Márquez.
-¿Le da pena estar ante su última carrera en Ducati?
-Pena sí que da. A una parte de mí le da pena porque hemos creado unos lazos muy fuertes con el equipo. Mi equipo personal es fantástico, son grandes personas y me lo he pasado muy bien trabajando con ellos. Hemos obtenido menos de lo que podríamos haber obtenido, pero los grandes momentos han sido muy grandes, y lo hemos disfrutado mucho.
-¿Cómo se encuentra físicamente de la lesión en la muñeca izquierda?
-Bien, ha mejorado muchísimo la lesión en diez días. Cada día noto una gran mejora. Mañana estará mejor. Quizá el fin de semana la ralentizará un poco por el estrés, pero quiero correr aquí y ofrecer el mejor regalo al equipo.
-¿Se ha subido a alguna moto?
-No. Quiero saborear y disfrutar cada vuelta que dé con la Ducati, porque sé que van a ser las últimas, y vivir el presente. Sinceramente, no tengo ni un 1% en la cabeza el martes, pero la tendré al 100% cuando llegue el momento.
-¿Con qué se queda de los años en Ducati?
-Con las victorias. La de Mugello fue espectacular. Ganar con Ducati en Italia sólo puede ser superado si eres italiano, pero hay pocas victorias tan especiales como ganar allí con Ducati. Repetir en Montmeló fue brutal, y ganar a Márquez en nuestro circuito, en Austria, fue espectacular también por la manera en la que ganamos. Me quedo con eso y con ser partícipe de pequeña o gran manera de que la GP18 sea considerada por muchos como la mejor moto de la parrilla, algo que parecía impensable cuando llegué, pero que ahora es así. Este matrimonio ha sido muy fructífero para ambas partes. Ducati ahora sabe otras vías para hacer la moto más completa y en mi caso me he convertido en un piloto más completo.
-¿Tendrá aquí dificultades extra al no haber podido entrenar por la lesión?
-Sin duda. No sólo la propia lesión, sino no poder entrenarte con motos o haciendo pesas. Pierdes masa muscular, pierdes ritmo, hace seis carreras que no puedo realizar un GP completo y no tengo ritmo de carreras. Pero podría llegar peor, hay que pensar en positivo. Parece que va a llover y nuestra moto en lluvia funciona. Igual el agua es algo positivo.
-¿Qué dice sobre Pedrosa?
-Es un día muy emocional e importante en el motociclismo español, porque se va uno de los más grandes del motociclismo. Hay mucha gente que se queda con que Dani no ha ganado en MotoGP, pero hay que recordar que es triple campeón del mundo y prácticamente ningún español y muy pocos en la historia han conseguido lo que ha conseguido él. Luego él tiene este hándicap de altura y peso que quizá le ayudó en otras categorías pero que le ha perjudicado mucho en MotoGP, y sin ello quizá sería campeón una, un par de veces o incluso tres. Estuvo muy cerca de conseguirlo en 2012 luchando conmigo. Por suerte para mí lo conseguí yo, pero podría haberlo hecho él. En España ha sido referente durante muchos años, el piloto referente para mí, el que me marcaba para intentar superarlo, y durante seis o siete años fue el mejor piloto de España. Se puede ir con la cabeza bien alta y le deseo lo mejor en esta vida. Por una parte siento un poco de envidia porque me gustaría sentir esa liberación de poder hacer todo lo que quieras durante un año, pero tendré cosas buenas, como es ser piloto. Le deseo lo mejor y que disfrute mucho de las cosas que no ha podido hacer hasta ahora.
-¿Le dejaría ganar si usted fuera primero y Dani segundo?
-Interesante pregunta... Pero da la casualidad de que es mi última carrera con Ducati, me va a salvar eso. Si no, hubiese dicho que sí. (Risas).
-Recuerde su anécdota con el Rey, con él y el famoso apretón de manos de Jerez.
-Fue un momento súper llamativo, polémico. Mucha gente hablaba de eso, casi tanto como lo de Sepang 2015. Sólo se hablaba de eso, y encontrar momentos en los que se hable más de motos que de fútbol es complicado. Pero sí, yo viví eso y no era algo positivo. Hubiera sido mejor una buena relación desde el principio, pero no sucedió así y fue bastante tenso en esos dos días. En la qualy, después de la rueda de prensa le quise dar la mano y no me la cogió, y me quedé muy descolocado e incómodo. Miré a Edwards y no sabíamos qué estaba pasando. Luego se creó esa cierta polémica que duró hasta el domingo. El Rey lo sabía y antes de entregar los trofeos nos vio e intentó apaciguar el río revuelto. Lo consiguió para la foto, pero no en realidad, porque seguimos enfadados hasta 2010. Pero fue uno de los momentos tensos de nuestra relación, que creo que compensamos con una mejor relación desde 2010 y con aquella anécdota en la casa de Sete en 2015.
-¿Causas de aquella rivalidad?
-La competición. Éramos los dos gallitos españoles del motociclismo, los dos queríamos destacar más el uno del otro y nuestros managers también tenían su pique personal. Vosotros también hacíais vuestro trabajo para alimentar un poco esa polémica y era así. (Risas).