Hamilton se sienta a la mesa de Fangio; Sainz 10º y Alonso 14º
Nueva victoria del inglés con Vettel sexto tras varios problemas con Sainz en los puntos y Alonso decimocuarto.
Estaban los niños del coro de la fábrica de Honda, vestidos de operarios con sus monos blancos impolutos, esperando la señal para empezar a cantar el himno de Japón. Llegaba Fernando Alonso con cierta prisa, y solo quedaba Nico Hulkenberg para colocarse en posición de firmes en la fila de pilotos. Todos alineados, gafas de sol, algunos, gorras, Magnussen con una toalla en la cabeza, la mayoría cabeza despejada y, de repente un paraguas sobre Lewis Hamilton.
Está protegido el inglés, por el destino quizá, por los hados y ese intangible que habla del brillo y la energía positiva. Algunos se ríen… pobres. Pero también tiene todo previsto, cada cosa, igual que Mercedes, el mejor equipo del campeonato desde hace cinco años. Hamilton volvió a ganar, cinco de las últimas seis han sido victorias para el inglés que ya no es que hable inglés con acento argentino, ya sabe hasta bailar tango y Don Juan Manuel Fangio le espera en su mesa. La carrera del británico fue perfecta, salió bien y fue líder de principio a fin. Ya.
Pero además, Sebastian Vettel volvió a ser preso de errores pasados, salía octavo y aunque en la primera vuelta tras una gran remontada era ya cuarto tras Verstappen, la prisa por no despegarse de los Mercedes y la agresividad sin límite del holandés le destrozó la carrera, en un intento de adelantamiento Max echó de la pista a Seb que volvió otra vez atrás. Y otra vez remontada, tras su parada el alemán era decimosexto y terminó sexto, volando con un Ferrari tocado tras el choque con el Red Bull, pero justo detrás de su compañero Kimi Raikkonen. Tiene el Mundial a un milagro.
Contada la carrera de los rivales por el título vamos al podio y a cómo Verstappen estuvo a punto de quitarle el segundo puesto a un Valtteri Bottas con problemas de neumáticos en las últimas vueltas, pero finalmente no lo consiguió quejándose del motor Renault de su Red Bull. Al final, el finlandés certificó el segundo doblete consecutivo de Mercedes con Max tercero y un enorme Daniel Ricciardo que salía decimoquinto y acabó cuarto con un recital de adelantamientos limpios, elegantes.
Algo similar sucedió con un Carlos Sainz magnífico en Suzuka, terminó en los puntos, décimo, pero tras una gran carrera en la que partía decimotercero y en la que tuvo que adelantar al Toro Rosso de Pierre Gasly, el tipo que ocupará un sitio que debería ser suyo en Red Bull para la próxima temporada, el mismo al que destrozó en su campeonato de World Series. La vida. Buena carrera del madrileño, muy buena, con Hulkenberg abandonando con el Renault.
Pero si de espectáculo hablamos, más allá de resultados, ahí está Fernando Alonso. Decimocuarto. Vale. Pero terminó a tres décimas de Hartley, con el Toro Rosso Honda volador, después de salir último tras su parada y con una sanción incomprensible por saltarse una chicane con Stroll para no llevarse por delante al canadiense. Con el peor coche de la parrilla volvió a demostrar talento. Pese a todo.
Segunda carrera sin puntuar pese a haber terminado la carrera. Ahora irá a ganar en Fuji y después Austin, allí todo puede ir mejor. Y también puede ver a Hamilton ganar su quinto Mundial, necesita ocho puntos más que Vettel. Irá preparado. Fangio ya le está acercando la silla.