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Toni Bou: "Te acostumbras a ganar... y no quiero"

El piloto del Repsol Honda visitó As para celebrar su 24º título tras una temporada delicada con las lesiones: "Estuve un mes de la cama al sofá".

RAFA APARICIODIARIO AS

"¿En 2018 doblamos los 12 títulos de Lampkin?". Esa fue la última pregunta que le hicimos a Toni Bou en la República Checa el año pasado nada más certificar su 22º título. "A ver si puede ser… Es difícil renovarse otra vez". Nos respondió el campeón. Pues ha sido. Un año más tarde, el de Piera visitó As con dos trofeos más en su vitrina. 24. El doble que Dougie. "Cuando lo piensas fríamente, son números brutales, pero cuando lo vives es diferente", comenta respecto a sus cifras. Solo él sabe cómo se ve desde dentro, desde fuera, es difícil encontrar calificativos a su legendaria trayectoria.

Otro año y dos títulos más. "¿Qué se puede decir?", se preguntaba Márquez en la felicitación a su compañero de marca mientras daba vueltas y vueltas. Lo de Bou es una repetición continúa, un bucle de éxitos que no acaba. Imposible intuir su fin. Desde la tribuna de espectador podría caerse en el error de considerar que lo que hace este mago de las dos ruedas entre colinas, piedras y obstáculos colocados de la forma más retorcida posible es fácil. "En el trial si lo haces muy bien parece muy fácil, pero es un deporte muy técnico y si te caes te haces mucho daño", dice Toni, por desgracia, con conocimiento de causa…

"Creo ha sido el peor año de mi vida en cuanto a lesiones, porque la espalda junto con la rodilla... ha sido durísimo", admite el catalán con gesto duro, con el sufrimiento del dolor y las recuperaciones cincelado en su rostro. Y es que este año sus mayores enemigos fueron la fractura de tres vértebras y un edema óseo postcontusional en la rodilla derecha. La primera la sufrió durante el Mundial Indoor, en febrero, y solo con ver la radiografía que nos enseña Miquel Cirera, el mánager del Repsol Honda, en su móvil se te pone un nudo en la garganta.

Bou recuerda así el momento más agrio de su temporada: "Me rompí la espalda justo antes de la última carrera. Así que este año he tenido una suerte increíble. Si no llega a haber el parón (casi un mes sin competición), hubiera sido imposible. Estuve un mes y una semana en casa de la cama al sofá". Se recuperó y pudo estar en la cita de París, aunque no le habría hecho falta ni competir porque con una baja en el calendario ya le salían las cuentas para levantar el título. Pero acudió a la prueba francesa, acabó quinto (su peor resultado tras cinco victorias seguidas) y ganó su 23ª corona en la pista, como hacen los grandes.

Cinco meses después, otra mala noticia. En los entrenamientos del Trial de Bélgica un mal gesto le provocó la lesión de rodilla. "Fue un susto. Se me fue la rodilla hacia atrás y se me llenó de líquido, me quitaron 55 ml. Pensaba que era el cruzado porque notaba que había algo roto por detrás, pero aguantó. Tenía un esguince, pero aguantó", recuerda con detalle. Un inconveniente que, sin embargo, no le impidió conseguir la victoria en la antepenúltima cita de TrialGP y dar casi el golpe definitivo a un nuevo éxito.

Toni Bou atendiendo a AStv.RAFA APARICIODIARIO AS

Ni mermado afloja. Como prueba: "Pensé que la lesión de espalda me vendría bien para calmarme, pero al tercer entrenamiento tras la recuperación ya me di un golpe...". Para ganar, y para hacerlo tanto como él, hay que dar siempre el máximo. Lo hizo como acostumbra en Gran Bretaña para sumar otros cinco triunfos consecutivos, de allí viene para pasear su título por los medios. ¿Euforia por el 24º? "Después de ganar no tienes esa euforia increíble... Te llega más tarde, cuando estás con los amigos y te das cuenta de lo que has logrado".

Tras tanto tiempo escalando la misma cumbre con total éxito, lo normal es verle ganar cada año, ¿también lo considera lo normal para él? "Te acostumbras involuntariamente, y no quiero. Te acostumbras a autoexigirte a ganar, y eso no es positivo porque llegará el día en que vas a perder. Pero al haber ganado tanto, en el momento en que pierda, diré: '¿Qué esperas de la vida?'. Nunca me imaginaba ganar 12 títulos, y menos consecutivos", reconoce, pero eso no significa, ni por asomo, que no de valor a cada uno de sus títulos. Los que ha firmado en 2018, aún más: "He tenido años en los que he estado físicamente perfecto y he tenido resultados mucho peores. Así que a veces es sorprendente...".

No solo las lesiones le han supuesto otro obstáculo que sortear, también sus rivales. Jeroni Fajardo, Jaime Busto y Albert Cabestany, los tres que se jugarán el subcampeonato en Italia, le han dado mucha guerra. Españoles, al estilo de MotoGP. "Estamos todos ahí y eso hace que mantenga la afición", dice al respecto, y destaca a uno: "Busto viene súper fuerte. También están Fajardo y Raga, pero Jaime tiene 20 años y la evolución que puede tener es imposible que la tengan otros", comenta de su excompañero, que recaló en Gas Gas pero al que no descarta verle en el Repsol Honda en un futuro.

Hablando de futuro… A sus 31 años, aún le queda para rato en el trial: "Manda lo que el cuerpo vaya aguantando, que físicamente esté bien. Las lesiones te hacen ver que de un día para otro puede darse la vuelta a la tortilla". Pero es inevitable pensar en qué hacer después: "A ver si puedo seguir vinculado a este equipo. Me gusta mucho trastear la moto y evolucionarla, ser piloto de pruebas me gustaría. No me veo dejando de competir y bajarme de la moto. ¿Y después?, seguir en el deporte ayudando a los jóvenes".

Lo que no se le ha pasado por la cabeza es tomarse un año sabático: "Es muy difícil, solo entrenando pierdes". Le atrae el enduro extremo "porque tiene la técnica del trial y velocidad", pero no el Dakar: "Es muy peligroso y tantos días…". Haga lo que haga el éxito le perseguirá, aunque se haga polvo contra rocas y obstáculos. "Cuando me di un golpe tras lo de la espalda pensé: 'Me va a costar mucho cambiar". Por suerte…

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